Esta mañana, mientras desayunaba y escuchaba yo el "parte" en la Tele, como lo llamaba mi güelina, - y esas cosas a una se le quedan -, dijeron que a esta librería de Plasencia le habían concedido un premio. Me alegré un montón. Conozco Plasencia pero no la librería.
Conozco Extremadura porque mi padre que es ingeniero agrónomo llevaba la gestión de las fincas del Marqués de San Feliz, cuyo palacio (uno de ellos) está en Oviedo, en la Plaza Daoiz y Velarde, al lado de la Biblioteca Pública. Tuve la suerte de visitarlo de niña y ver en vivo y en directo, in person, y colgados en las paredes del salón de palacio, el apostolado completito del Greco. Me acuerdo de la sensación como si hubiera sido ayer mismo. Y yo debía de tener 11 o 12 años. El apostolado se cedió luego a un museo. Y yo al salir, quería ir a la Biblioteca, pero mi padre me decía que los libros que yo quisiera, se compraban y así hacía mi propia biblioteca. Sigo siendo así.
Y en vacaciones de Semana Santa, antes de viajar al Sur, pasábamos unos días en el cortijo de su finca extremeña. Qué amaneceres allí. Tanta tierra, para un solo señor....
Enhorabuena a estas personas y a esta pequeña librería. Un ejemplo que desde lo pequeño se pueden hacer grandes cosas y de impacto nacional.
¡Qué otra cosa puedo pensar yo, dado mi tamaño!
https://www.efe.com/efe/espana/cultura/la-libreria-extremena-puerta-de-tannhauser-premio-cegal-2020/10005-4448762