domingo, 31 de enero de 2021

Negra Flor - 1988, en vivo y directo -


Así se tienen que vivir las cosas que son verdad: en vivo y en directo. No solo por Zoom. 
Qué maravilla que estos retroclips estén disponibles, de esta fantástica interpretación en directo. Qué maravilla de interpretación, y verlos ahí, en un año como 1988, creativo en España a más no poder, como los 80 y 90 en general.  Jóvenes y en plena forma. 
Mis amigas y yo, felices de la vida. 
El verano del 88 fue maravilloso para mí, notazas de COU, matrícula de honor global, notaza en Selectividad, euforia juvenil, fiestas en Luanco, una virginidad insultantemente hermosa - así lo oí, de veras que lo oí - aquel verano. Nada de lo vivido ese maravilloso verano hacía presagiar que iba a vivir a partir del verano el peor año de mi existencia, con diferencia. 

Había cumplido 18 años, era mayor edad, con toda la ilusión de la vida, todo a mi favor, una familia que me apoyaba hasta el infinito. 

**No fue un problema de salud. Ese vendría después. Me abrieron la espalda con 20 años y "gracias" a lo vivido con 18 añitos aquello me pareció poca cosa, o llevadero. 

**No fue un problema de amores. Yo entraba en un bar, y no me parecía que elegir y decidir fuera un problema para mí. Sin novio, sin relaciones sexuales, pero sin prisa. Tenía 18 años pero no tenía ninguna prisa para nada. Quería respetar mi propio tempo. 

**No fue un problema de drogas. Salvo que el café sea una droga.

**No tuvo que ver con el divorcio de mis padres, que fue algo posterior. 

Fue un año, el de mis 18 años de terrible sufrimiento. Un año que bien podría borrar del calendario de mi vida. Supongo que me hice, verdaderamente, mayor de edad con lo vivido. 
Fue un año negro, como negra era la negra flor. 
Fue el horror. Fue un drama absoluto para mí. Me rompí por dentro. 

Las niñas también lloran. No recuerdo haber llorado ni haber estado tan hundida como a mis 18 años de edad. Pienso en que mis hijos llegarán un día a la mayoría de edad, a cumplir los esplendorosos 18 años, y rezo porque nada de lo que me sucedió a mí ese año, les llegue ni de lejos. 

Mis padres no sabían cómo ayudarme-. Cuando el mes de junio del año siguiente, 1989 cumplí 19 años mi madre me regaló un viaje a París maravilloso. Fuimos las dos solas. Estaba perdida pero iba por París de la mano de mi querida madre. 

Y en julio de 1989 en Luanco, mi primer novio, un caballeroso estudiante de Medicina me sacó a bailar en una fiesta de verano, y me dejé llevar. Estaba en un pozo, débil como no había estado en mi vida, y me dejé llevar y querer, y empezar a descubrir la vida, y salir de ese negro pozo. 

El año 2020 ha sido duro para muchos. No para mí, personalmente. Me duele por los demás, pero no he tenido ningún problema laboral, ni económico, ni de salud. 

2020 ha sido un problema general que no me ha afectado. 
Del verano del 88 al 89 estuve en el pozo más negro que he estado y espero estar en toda mi vida. Llegaron problemas luego, pero ese año me hice mayor de edad, literalmente. Gané resistencia. 

Qué bella canción esta de la "Negra Flor". 

Una novela metida en una canción. 
Y si la bailabas y no ibas vestida de negro, parecía que no te encajaba. 

Fotos del estudio de Jessica Martínez en Gijón. Aquí tenía 48, no 18....