No estoy especialmente orgullosa de mi físico. He tratado de cuidarlo siempre y aprovechar mis puntos fuertes y tamizar los débiles. Otras cosas de mi persona me merecen mayor consideración en relación a la media de la población femenina de mi alrededor.
De mi físico solo me gustan realmente dos cosas: una de ellas, mis ojos.
Igual me lo estaban cantando a mí estos chicos...
Para eso sirve la magia de la música. Para hacernos soñar, mientras estamos adormilados o bien despiertos.