jueves, 25 de octubre de 2018

Una lectura rompedora

Me regalaron este libro hace un par de años por mi cumpleaños y por una razón u otra, casi siempre la falta de tiempo, fui demorando su lectura. Lo leí en Francia este pasado verano cuando estaba de vacaciones. No es la mejor novela que he leído este año pero sí una novela que me ha marcado mucho y que, de alguna manera, ha roto cosas en mí. La deseché al principio porque se trata de una mujer que no tiene nada que ver conmigo. Lo más alejado a lo que yo puedo ser. Y decidí que no me interesaba nada. Que tenía muchas otras cosas que leer. 
Ya sé que yo no soy como otras madres, pero por otras razones. Por ser una Rottenmeier muy académica, por ejemplo...

Y tuvo que ser precisamente este verano. "Casualidades" de la vida. Sí, me cambió y me rompió. La historia de una madre que pasa de sus hijos y es egoísta hasta extremos insospechados me rompió por dentro. 
Me parece un libro extraordinario. Como obra literaria es muy recomendable para mi gusto. Tan sólo una pega. El primer capítulo tiene cerca de 300 páginas. No da descanso mental. Por eso decidí leerla en verano, con más tiempo. 

Muy, muy recomendable. Y demoledora. La que avisa...





"Que ni siquiera buscaba excusas, replicó Fritz, que sólo quería aclararle lo que sucedía dentro de un hombre, un artista, un intelectual. Porque un artista, un intelectual, no era un hombre normal y corriente capaz de instalarse en la paz hogareña con mujer e hijo. Era un buscador, un espíritu inquieto, a menudo atormentado, que necesitaba libertades, estímulos e impulsos que una existencia casera difícilmente podía proporcionarle. Con eso no quería decir que no supiera apreciar esa existencia casera con una mujer querida y un hijo espléndido, dios le librara; no, eso era el alfa y el omega. Pero el amor no debía convertirse en una atadura ni el matrimonio en una cárcel, de lo contrario él corría el peligro de perder su fuerza creadora"