domingo, 7 de octubre de 2018

Rectificar es de sabios


                                         Este artículo fue publicado el 28/04/16
                                 en la Sección de ECONOMÍA del diario EL COMERCIO 

Diez años después de su primera salida a bolsa, la compañía Telepizza ha vuelto a salir al mercado de valores. Reabriendo el archivo Excel de mi tesis doctoral, recupero el dato de que en 1996, Telepizza había comenzado a cotizar al precio de 2.700 pesetas generando una rentabilidad inicial del 38%. Por el contrario, ayer, en su primer día de este segundo debut bursátil, obtuvo unas pérdidas del 19,35% tras haber fijado un precio en la oferta de 7,75 euros, en la parte baja del rango – mala señal –  y cerrar a 6,25 euros. La compañía, que había iniciado su viaje bursátil en 1996, fue excluida de bolsa en el año 2007, tras aprobarse dicha decisión en junta general de accionistas. Su presidente entonces, Pedro Ballvé, expuso como razones la reducción del capital que cotizaba libremente en el mercado y la disminución del volumen y frecuencia de contratación. Ahora, 10 años después, los fondos que invirtieron en Telepizza buscan una salida a su inversión colocándola de nuevo en bolsa. Cosa de sabios. 



Esta compañía estaba en manos del fondo de capital riesgo Permira y la familia Ballvé (entre ambos poseedores del 51% de sus títulos). Pretendían captar en la operación cerca de 500 millones de euros, tras poner a punto su balance para tratar de atraer el apetito de los grandes inversores. Para que este retorno fuera posible la compañía ha intentado mejorar algunas cosas como la reducción de su deuda, permitir la entrada en el accionariado del fondo americano KKR con el 36% del capital y convertir otro 13% que estaba en manos de una línea de crédito PIK (“payment in kind”) por valor de 100 millones. También ha anunciado una mejora de su estrategia de internacionalización. Sin embargo, la revisión de los datos contables deja claro a cualquier economista que no lo ha logrado. Parece un negocio maduro y centrado en España. Además, anuncia nuevamente pérdidas y que no repartirá dividendo, ni este año, ni en el medio plazo. El inicio de la cotización bursátil le ayudará a captar fondos, pero si no mejora su estrategia de internacionalización, genera beneficios y paga dividendos, una señal muy comprensible para el pequeño inversor, no le auguro buen futuro. En el día de ayer también comenzó a cotizar la filial de CIE Automotive, denominada Global Dominion Access, con el objetivo de captar 150 millones brutos y financiar el crecimiento. La emisión por ese importe fue cubierta, al precio de 2,74 euros por acción, también en la parte baja de la banda orientativa de precios. En esta salida a bolsa, a diferencia de Telepizza, la demanda española ha sido decisiva en la colocación, con alrededor de un 40% de las órdenes. También se ha estrenado con pérdidas – en este caso del -5,84% –, es decir, más moderadas que Telepizza.
Después de un paréntesis de sequía en debuts bursátiles, parece que se aproxima un período intenso. Mañana mismo entra Parques Reunidos, para la cual tampoco es la primera vez. ¡Que el mercado reparta suerte – y dinero – para todos!