Este artículo fue publicado en la SECCIÓN DE ECONOMÍA
del diario EL COMERCIO el 24/10/2018
La semana pasada se prometía desde hace tiempo como una semana relevante
para la bolsa española, con el estreno largamente anunciado de Cepsa, previsto
para el 18 de octubre, y una socimi (Sociedad Anónima Cotizada de Inversión
Inmobiliaria), Árima Real State para el día siguiente. A tres días del estreno
de Cepsa, que se preveía el mayor de 2018, nos encontramos con un escueto pero
significativo comunicado, en forma de hecho relevante, en el que Cepsa anula su
salida a bolsa, debido a las turbulencias de los mercados financieros (guerra
comercial entre EEUU y China, Brexit y alza de la rentabilidad de la deuda
estadounidense). Entre líneas se lee la imposibilidad de poder colocar el papel
previsto. Mubadala, uno de los fondos soberanos de Abu Dhabi, que controla el
100% de la petrolera desde que fue excluida de bolsa en 2011 mantiene su
vocación de continuidad. Por otro lado, la socimi Árima Real State se decide a
entrar en el mercado continuo en lugar del MAB (mercado alternativo bursátil)
más habitual para ello. No obstante, el viernes pasado decidió retrasar su
salto al parqué, hasta ayer 23 de octubre, y rebajar el capital que
inicialmente deseaba colocar. La empresa se vio obligada el 19 de octubre
(precisamente el día que inicialmente quería haberse estrenado) a rebajar sus
expectativas y colocar acciones por valor de 100 millones a través de una OPS
(oferta pública de suscripción de nuevas acciones) en lugar de los 300 millones
de los que se llegó a hablar. Citigroup ha sido el Coordinador Global Senior de
la Operación; JB Capital Markets, Mirabaud y Morgan Stanley los Coordinadores
Globales mientras que BBVA, ING y Kempen fueron Co-Lead Managers. Podría decirse que la empresa tiene alma
(Árima significa alma en euskera) para salir a bolsa, pero le ha faltado el capital
deseado.
Esta salida a bolsa de Árima llega tras otras experiencias fallidas de
este año (como la mencionada de Cepsa o Azora) o agridulces (Testa que pasó al
MAB, Metrovacesa que recortó valoración), después de años de recalentón
inmobiliario con la recuperación económica del país. Árima (código ARM de
cotización bursátil) es propiedad del inversor inmobiliario Alfonso López de
Herrera-Oria, que también estuvo detrás de la salida a bolsa de Axiare
Patrimonio, adquirida este año por Colonial en una transacción en la que la
inmobiliaria catalana integró unos activos de 1.710 millones de euros. El grupo
invertirá los 96,6 millones de euros netos que espera levantar con la operación
en centros o locales comerciales y oficinas principalmente situados en el
distrito financiero del centro de Madrid. El objetivo de esta socimi, un tipo
de sociedad inmobiliaria que goza de grandes ventajas fiscales y que está
obligada a repartir sus dividendos, es alcanzar una media de rentabilidad total
para el accionista de entre el 12 y el 15 por ciento. Fue admitida ayer al
precio de referencia de 10 euros, en una subasta de apertura a partir de las
11.30 horas que finalizó a las 12 horas y cerró con una caída del 10%. La fluctuación prevista de precios
será del 10% en el rango estático (a partir de la segunda sesión) y del 8% en
el dinámico. El propio equipo gestor participa en el accionariado de la
compañía. La compañía prevé tener invertido todo el capital en un periodo
máximo de 18 meses. Esperemos que lo logre y que la salida a bolsa represente
para ella lo que debe ser: una vía alternativa y más barata de financiación que
la bancaria.