lunes, 2 de julio de 2018

Raro, raro

Leí esto en EL COMERCIO hace un par de días. Se me hace raro y sigo sin acostumbrarme a que uno de mis dos centros de trabajo sea lugar de visitas y turismo en Gijón. A ver cuándo subo nuevamente al mirador, en lugar de entrar en la celda académica 104. 
Desde la torre, la vista es fantástica en un día sin nubes, claro está.