Este artículo fue publicado en la SECCIÓN de ECONOMÍA
del DIARIO EL COMERCIO el 03.07.2018
La pasada semana, la Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV), el órgano regulador aprobó el folleto de la ampliación de
capital de Duro Felguera que hoy comienza. La pretensión de la compañía es que, si la operación culmina con éxito,
los 4.656 millones de acciones nuevas sean admitidas a cotización en agosto.
Con esta finalidad, la empresa aprobó la macro-ampliación de capital que se pone en
marcha hoy para captar 125,7 millones de los que, descontados los
costes de la emisión, reportarían unos recursos netos de 117,7 millones. La
aprobación e inscripción en el registro disipó la incertidumbre derivada de la denuncia
que el día 12 interpuso el grupo británico-mexicano Petroza ante la CNMV contra
la ingeniería y su ampliación de capital, una vez que este inversor firmó una
opción de compra (de la que desistió) sobre el 23,4% de la compañía asturiana
en manos de la familia Álvarez Arrojo. El objetivo de esta emisión es restablecer
su solvencia financiera, eludir su actual causa legal de disolución y garantizar
su viabilidad futura. La compañía explica en el folleto el conjunto de riesgos
que asume el inversor, cosa que, por otra parte, es lo debido y habitual. Por
ejemplo, incluye el acta tributaria por 123 millones, recurrida por la
sociedad; la investigación judicial sobre el "caso Venezuela", las
pérdidas acumuladas en los últimos ejercicios y los contenciosos y arbitrajes
sobre contratos pendientes de cobro, etc., así como el propio riesgo de que la
reestructuración en marcha pudiera no alcanzar sus objetivos. También expresa
la voluntad de remunerar al accionista, aunque no de inmediato. El periodo de
suscripción preferente se prolongará 15 días y las órdenes de compra serán
irrevocables. Duro no ha contratado el aseguramiento de la colocación por lo
que, de no cubrirse toda la emisión, ésta quedaría incompleta. Si no se captan
al menos 125 millones, los bancos podrían desistir en 72 horas del pacto de
refinanciación de la sociedad y en este caso la ampliación decaería.
Si no fuesen suscritas todas las acciones objeto de la
ampliación, el capital social se aumentaría únicamente en la cuantía de las suscripciones
efectuadas, por lo que se produciría un supuesto de suscripción incompleta. En
cualquier caso, hoy comienza el
periodo de suscripción preferente de un máximo de 4.656 millones de
acciones ordinarias de nueva emisión, de 0,01 euros de valor nominal cada una.
Dichos títulos se emitirán con una prima de emisión de 0,017 euros por acción,
lo que supone una prima total de 79 millones de euros y un precio de emisión
unitario de 0,027 euros por acción nueva. Si todo va bien en la ampliación, el próximo 1 de agosto comenzaría la admisión
a cotización de todas las nuevas acciones con el fin de que la
compañía pueda seguir ejecutando su plan de reestructuración, que incluye un
ahorro en costes de estructura del 31%, posicionar la ratio entre deuda neta y
ebitda por debajo de las 1,7 veces y alcanzar un flujo de caja positivo y un
beneficio bruto de explotación de 78 millones de euros para el año 2021. Como
asturiana y como economista, amable lector, no puedo hacer otra cosa que apoyar
lo nuestro y desear que los objetivos de la compañía se vean cumplidos para tratar
de lograr su supervivencia, animando a la suscripción de la ampliación por
parte de antiguos y nuevos accionistas.