Eso decía la experta hace un tiempo, pero mirando centro Europa y lo que está creciendo aquí, no lo parece. De momento, he librado.
https://www.elcomercio.es/asturias/enfermos-rechazaron-vacuna-graves-20210801001013-ntvo.html#vad6ca=283276&vso=nw&vmc=20210801083527-0500-320-diariamananasuscris_0482&vli=re_plant-c-not-3&vus=904372774df541b181e19b3b961e0
«Tenemos enfermos que rechazaron la vacuna y
ahora están aquí, graves»
LOLA ESCUDERO, JEFA DE LA UCI DEL HUCA
«Los expertos dijeron al inicio que una
pandemia duraba entre dos y tres años. Llevamos año y medio, ya queda menos.
Hay que aguantar»
«De la
pandemia vamos a salir, no va a durar eternamente. Hay que mirar hacia adelante
y aguantar un poco más. Solo un poco más». Lola Escudero, jefa de la UCI del
HUCA y coordinadora de trasplantes en Asturias, no baja la guardia ni tampoco
arroja la toalla. Pese a vivir situaciones «duras y difíciles» propias de una
unidad de cuidados intensivos, no cae en el desánimo. «Soy optimista por
naturaleza», insiste esta médica intensivista que, junto al extenso equipo
profesional de la UCI del HUCA, carga a sus espaldas con año y medio de
pandemia y más de medio millar de pacientes de covid atendidos.
-¿En que situación se encuentra ahora la
UCI del HUCA?
-Tenemos
ingresados 27 pacientes con covid, con una edad media de 56 años. El más joven
tiene 25 y el mayor, 81. Globalmente, son muchos menos de los que llegamos a
tener en noviembre cuanto tuvimos el pico de la pandemia y hubo que habilitar
una UCI en el gimnasio.
-¿Son enfermos más jóvenes los de esta
quinta ola?
-Si, la edad
media bajó siete puntos con respecto a la primera ola. La mitad tiene menos de
60 años y la mayoría (75%), son hombres.
-¿Cuántos de los ingresados tienen la
pauta vacunal completa?
-El 46%, una
cifra que a priori podría parecer elevada pero que tiene una explicación. La
mitad de esos enfermos son pacientes inmunodeprimidos, oncológicos o con un
trasplante. Es decir, son personas con tratamiento inmunosupresor para frenar
su respuesta inmunológica. Su sistema inmunológico, por tanto, no funciona tan
bien y las vacunas no tienen tanta eficacia.
-¿Y el resto de pacientes?
-Hay algunos
con solo una dosis y otros que no están vacunados.
-Entre los no vacunados, ¿hay de los
llamados negacionistas?
-Si, si, hay
enfermos que nos han reconocido que no se han querido vacunar, y claro, ahora
los tenemos aquí, graves. Otros, sin embargo, no se vacunaron porque aún no les
tocaba por edad, que es el caso de los jóvenes.
-¿El hecho de que haya en la UCI pacientes
vacunados, no cree que puede llevar a pensar que las vacunas no son efectivas?
-No, para
nada. Lo que hay que tener en cuenta es que en Asturias hay cientos de miles de
personas vacunadas y que de esos cientos de miles, un porcentaje ínfimo es el
que llega a la UCI. Ahora mismo, en la UCI de covid, con pauta completa de
vacunación y que no sean pacientes inmunodeprimidos, tenemos seis enfermos.
Seis entre los cientos de miles de vacunados es un número bajo y demuestra que
las vacunas son muy eficaces.
-¿Qué variante predomina?
-Tenemos
desde la británica hasta la sudafricana, pero la que más se repite es la
variante delta.
-En los meses más duros de la pandemia, el
hospital tuvo que instalar camas de UCI en otros espacios como el gimnasio y
una zona próxima al helipuerto. ¿Ahora mismo, como están?
-Tenemos
abiertas 30 camas en la unidad polivalente de la 3, 4 y la 5, y estamos
preparando la UCI cardíaca por si hay que crecer para la atención de la covid.
En esta etapa, ya con la pandemia avanzada, queremos seguir atendiendo al resto
de patologías no covid, por lo tanto la organización tiene que ser diferente a
las primeras olas.
-¿En comparación con otros momentos,
estamos mejor o peor?
-Mejor.
Ahora tenemos 27 pacientes covid y en la etapa más dura llegamos a 92. Lo que
ocurre es que esta quinta ola nos ha pillado en verano, con gente de
vacaciones, algo que también es necesario porque el personal tiene de descansar
y alejarse un poco de todo esto. El verano pasado el primer paciente de la
segunda ola llegó a finales de agosto, junio y julio fueron más tranquilos.
Menos gravedad
-¿Cuál es el nivel de ocupación actual de
la UCI?
-Si tenemos
en cuenta las camas de la UCI prepandémica, es decir, la unidad polivalente con
32 camas que teníamos, estamos al 81%. ¿Eso quiere decir que de haber necesidad
de ingresos no habría camas para todos los enfermos? No, porque podemos
habilitar espacios en otras áreas, como ya lo hicimos en una zona próxima al
helipuerto y en el gimnasio de rehabilitación.
-¿Cree que será necesario llegar otra vez
a eso?
-No, no creo
que vaya a ser necesario. Con el alto porcentaje de población vacunada que
estamos consiguiendo, no llegaremos a las cifras de casos graves de noviembre
pasado. Hay que ser optimistas, creo que solo nos faltan dos o tres meses más
para alcanzar la inmunidad de grupo. Hay que aguantar solo un poco más.
-Quinta ola, y nos ha vuelto a pillar de
sorpresa. ¿En qué fallamos para volver a tropezar otra vez con la misma piedra?
-Es verdad
que parece que nos vuelve a pillar de sorpresa, pero no me parece que se deba a
fallos sino a una serie de factores. Por una parte, se redujeron las
restricciones y, por otro, la gente joven, que es la que no está aún vacunada,
se empezó a mover más porque acabó el curso académico. Lo que hay que hacer es
vacunar, vacunar y seguir vacunando, no hay otra solución.
-Parece el año de la marmota y da la
sensación de que esto no va a acabar nunca.
-Los
expertos lo dijeron al principio, las pandemias suelen durar entre dos y tres
años, y solo vamos por año y medio. Lo que hay que tener claro es que todo se
acaba, incluidas las pandemias. De esta vamos a salir, no va a durar
eternamente, como tampoco duró eternamente la peste negra ni la gripe española.
-Usted se suele definir como optimista por
naturaleza, pero ¿no está ni un poquito harta de esto?
-A ver,
estamos todos cansados, claro que sí. Nosotros, la sociedad, todos. Ha sido un
año y medio muy duro y de muchas pérdidas. Pero creo que los profesionales
sanitarios estamos aguantando muy bien y posiblemente no le estamos dando el
valor que se merezca. A mi me gustaría reconocer públicamente la excelente
labor de todo el equipo de la UCI del HUCA, con un gran ambiente de trabajo y
una entrega total desde el primero momento. No han flaqueado ni un solo día y
eso es de agradecer.
-¿Como recuerda los primeros meses de la
pandemia, allá por marzo de 2020?
-Uf, los
recuerdo como muy duros porque nos enfrentábamos a un territorio no cartografiado.
No sabíamos a qué nos enfrentábamos, no había mapa, ni gps. Íbamos con una
especie de machete abriendo brecha. Esa incertidumbre causaba algo de miedo y
de ansiedad, pero poco a poco lo fuimos resolviendo.
-¿Y ahora que está el mapa cartografiado,
qué aprendimos en todos estos meses?
-Conocemos
más cosas de la enfermedad, desde qué tratamientos van bien y cuáles no,
tenemos vacunas... No obstante, a pesar de haber avanzado muchísimo gracias a
la ciencia y a la investigación, quedan aún otras muchas sin resolver y a las
que deberemos dar respuesta: desde el covid resistente a porqué unos pacientes
sufren un cuadro inflamatorio y otros no, o porqué unos enfermos permanecen
asintomáticos y otros acaban en la UCI o falleciendo.
El HUCA salió reforzado
-¿Cuál ha sido su momento más duro?
-Lo peor fue
en noviembre pasado cuando nos llegaron a ingresar diez y once pacientes
diarios en la UCI y tuvimos que habilitar la unidad del gimnasio. Fueron
momentos tensos.
-¿Cree que tendríamos que volver al espíritu
de los aplausos de las ocho? La gente está muy cabreada, ¿no le parece?
-Es que
socialmente estamos enfadados y eso se nota. Lo de los aplausos de las ocho fue
un gesto muy bonito de reconocimiento, pero creo que la sociedad sigue
valorando mucho lo que hacemos en la sanidad pública.
·
Y a partir de ahora: ¿Qué se puede
hacer y qué no?
-¿El HUCA salió reforzado?
-Si, mucho.
Este tipo de situaciones te obligan a funcionar como un ballet perfectamente
coordinado, donde cada uno debe dar lo mejor de sí mismo y estar a la altura
del momento histórico.
-¿En ese ballet, a donde pondría a bailar
a Miguel Bosé?
-(Risas). Lo
pongo dentro de la estupidez humana, que decía Einstein. Me parece una actitud
lamentable.
-¿Qué le parece lo que está haciendo
Inglaterra?
-¿Lo de no
aplicar restricciones? Bueno, ellos tienen un alto nivel de vacunación pero así
y todo habrá que esperar, tener cautela y apelar a la prudencia. Me parece un
poco pronto.
-Finalmente, ¿un consejo para no caer en
el desaliento?
-Pensar que
en la vida todo pasa y que siempre hay que mirar hacia adelante esperando
tiempos mejores. La vida volverá a ser normal, como lo era antes.