Mi rincón para leer. Creí que la piel clara se iba a estropear, pero los sofás de piel son bastante sufridos, la verdad.
Y preside Oscar Wilde, of course, que tiene su rincón especial, como no podía ser de otra manera, en mi caso.
Regalarse libros. Como si tuviera pocos pendientes de leer. Es un buen regalo para los que nos gusta leer, aunque no dispongamos de todo el tiempo que quisiéramos para hacerlo.
Una librería de cabecera y de referencia para cualquier ovetense amante de la literatura.
Y este es un lugar para rezar, o para tocar un instrumento y cantar. Ayer lucía así, en el día de la Fiesta grande de la Basílica. Me llama la atención que el matrimonio de la segunda fila no respeta la distancia de seguridad, y ella, con su falda roja, se acerca a él. Y llevan toda la vida juntos. Seguro.
