viernes, 12 de junio de 2020

¿Te gustan los budas, Susana?

Eso me preguntan mis amigas cuando vienen a casa. Mi empleada de hogar no, porque es muy discreta, pero seguro que lo piensa. 
Pues la verdad es que no, pero no quedan mal. Ahora que lo pienso, no me gustan. A priori no era yo de meter simbolismo religioso en casa, y menos este, pero cuando vi tal población decidí, por lo menos en mi mesita de noche, poner un pequeño crucifijo, no vaya a ser que le  pareciera mal a Él.  
Me dejo hacer. 

Una profesora de mis hijos, cuando eran más pequeños les decía: "Las palabras mágicas son por favor y gracias". 
Yo creo que en la convivencia, las palabras mágicas son: "Lo que tú quieras". Y como a mí, de verdad de verdad, en la vida, me importan dos o tres cosas, pues me dejo hacer. 
No discuto por cosas sin importancia.
Pero sí, son muchos. 
Yo, lo del budismo, se lo dejo a Penélope Cruz, que sigue teniendo un barniz de chica de Vallecas, aunque haya pasado por Jolivú. 

Hay cosas que se llevan siempre impresas. Lo de pija de Vetusta, igual también. 



en la escalera de piedra lateral de bajada de la casa en la cara norte



en el porche orientado al sur, cerca de donde hacemos las comidas al aire libre




en el office en el comedor de diario




en la habitación matrimonial en la pared grande de una habitación de 30 metros cuadrados. 







durmiendo conmigo a diario





No es mi mesita de noche..





en mi mesita, cerquita de mi