jueves, 11 de junio de 2020

Agua



Agua cae hoy por Asturias, así que me lo estoy pensando lo de ir a bañarme a la piscina descubierta del Club de Tenis. Ya me he bañado muchas veces en el mar lloviendo y, contrariamente a lo que pueda parecer, el agua no está demasiado fría cuando llueve. 

Leo este artículo de Karina sobre Pau y me gusta. 

KARINA SAINZ BORGO le hubiera pedido matrimonio. Yo no, la verdad. Aunque por edad me encaja muy bien, no me va. A mí la vida me ha traído hombres que me parecieron jóvenes para mí y, lo curioso, es que yo se lo parecía demasiado a ellos. Mi esposo cree que estoy joven para él, y tan sólo es unos meses mayor que yo. Parte del año tenemos la misma edad. 

Pau me va sólo para escucharlo un ratito, algunas canciones, no todas; algunas bailables, sí, pero para nada más. Esta de "Agua" me gusta. 

Para el matrimonio se lo dejo a Karina o a quien corresponda allá en el otro mundo. 

Por otro lado, ¿por qué pedir matrimonio a un hombre? El que de veras lo quiere lo pide, sobre todo porque sabe dónde va a haber un sí. Tal vez el problema de algunos como él, como Pau, es que tienen (tenía) demasiadas candidatas a un sí, y no saben decidirse. O eligen mal. También pasa. Y eso es más imperdonable que para el hombre que tiene menos para escoger. Hay quien tiene mucho para elegir, lo cual es una suerte y no hay por qué disculparse por ello en absoluto, pero luego elige mal. 

En todo caso, lo peor es que te lo pidan y que te veas en la necesidad y obligación de decir que no. Pasé por eso una vez y fue más que suficiente. Un mal trago de verdad tener que dar una negativa de ese tipo a quien cree que va a recibir un sí. 

Triste morirse tan joven, pero más triste aún morir sin fe, sin creer en nada, como le declaró. Yo, sigo creyendo en el amor. Tal vez soy ilusa. ¡Qué le voy a hacer!






NI MIEDO NI FE

Ocurrió hace tres años, en mayo de 2017. Entonces el cantante Pau Donés cumplía 50 y comparecía ante la prensa para hablar de un libro y un disco que lo mantendrían ocupado una buena temporada. Aún me parece escucharlo cantar los versos de aquel tema en el que decía no tener ya ni miedo ni fe. No los tenía entonces, tampoco ahora. Se ha librado de ellos, para siempre.
Este martes 9 de junio de 2020, día 88 del estado de alarma, el músico y cantante Pau Donés murió a causa de un cáncer. Me entero al ver imágenes suyas en la tele, en casi todas luce joven. En nada se parecía a lo que nos dejó de él la enfermedad: un hombre menguado, con la piel repleta de surcos y demacrado. Así lucía en el vídeo que se difundió hace unas semanas, como preparándonos para la noticia.
El recuerdo de aquella mañana de 2017 emulsiona ahora en mi memoria. Fue una conversación fugaz, un momento de esos que viajan envueltos en cristal. El fundador de Jarabe de Palo ocupaba el centro de un escenario sin luces. Permanecía sentado en una banqueta alta, con un micrófono en la mano. Los periodistas, reunidos en el patio de butacas, le pidieron que cantara una estrofa de Humo, la única canción inédita del disco que presentaba.
Ahora, que ya no me importa/ que la vida se vista de negro/ porque a nada le tengo miedo/ porque a nada le tengo fe" cantó él para nosotros con esa voz rasposa que aparece con los años y los recuerdos, que en su caso son muchos porque unas cuantas canciones le debemos a su Jarabe de Palo. Interpretada de aquella forma, a capella y sin luces sobre el escenario, la música sonaba a cosa que se marcha, que se va. Él lo ha hecho exactamente tres años después.
La Flaca, Agua, Depende... cuánta vida apretujada en la voz de un chico desarrapado al que más de una de mi generación quiso pedirle matrimonio. Yo misma aquella mañana. Me hice mayor escuchando una voz que ya no estará más, que no grabará un nuevo disco ni sonará de nuevo en este mundo maluco del que todos se van.  Desde que una epidemia apareció en nuestras vidas, el año se ha llevado a tantas personas sin avisarnos siquiera el tamaño de una lista que comenzó a tachar nombres muy pronto.