lunes, 17 de diciembre de 2018

No tengo cáncer

La dulce doctora catalana me confirma que no tengo cáncer de senos paranasales. Es una gran noticia, porque un cáncer así, no es como el de los senos normales, de los de la delantera, que aún puedes tener recorrido vital. El de la nariz penetra fácilmente en la cabeza y así, sin más ni más, te quedan dos telediarios. He pasado el último cuatrimestre pensando que estas podían ser mis últimas navidades, pero parece ser que no. Ha sido un cuatrimestre duro, por esto, aunque no sólo por esto, pero ha estado lleno de alegrías que me dan mis hijos. La vida te las da de cal y de arena. 
El médico asturiano, ante los sangrados frecuentes, totalmente inexplicables en una persona sin hábitos tóxicos como servidora (salvo que tomar una copita de buen vino de vez en cuando se considere hábito tóxico), o la presión en los ojos me dice esto: 



¿Rinitis? Pero si apenas necesito sonarme la nariz. ¿Tabique desviado? Si esa fuera la causa, me hubiese pasado toda la vida y esto ha empezado de un día para otro. Estar en su consulta fue como dialogar con una pared. 
En fin. Tratamiento, cremita, spray y a afrontar el 2019 con alegría y salud. Con esta noticia, no necesito que me toque la lotería de Navidad. Ya me ha tocado. 
Parece que seguiré dando guerra, amable lector.