Una amiga de mi madre murió este verano. Yo tenía bastante relación con ella, de hecho, vino a mi boda y sentí mucho su pérdida. A otra amiga le acaban de diagnosticar un cáncer terminal. Tiene la misma edad que mi madre, 72 años y a mí me parece muy joven para morir. No puedo evitar pensar en que le pueda pasar a mi madre, que gracias a Dios está estupendamente. Con esta amiga he tenido menos relación, pero lo siento de veras. Quiere aprovechar el tiempo para acercarse a personas que aprecia. Vino a misa a escucharme y ese día no había ido yo porque el órgano tenía una parada para un arreglo. Fui a otro parroquia. La cité para otro día. Por increíble que parezca, esto que quiere hacer esta amiga de mi madre, a otras personas, les parecería mal. Es curioso cómo distintas personas pueden reaccionar de manera diferente ante los mismos hechos.
También hay personas que ejercen la crítica y hacen comentarios dañinos, sin importarles el daño que puedan causar a personas que les aman y sin embargo ellas, ante el mínimo comentario, aunque sea jocoso y en tono de broma, saltan como un resorte y se ponen como hydras. Pero si era de broma. No pasa nada, hombre o mujer. ¿Por algo así te ofendiste? Pues lo siento. Eso señala este chico que parece que es psicólogo, o algo así, y que lo explica de manera entretenida.
Tengo claro que las personas cuanto más egoístas y ególatras son, más tienden a utilizar una vara de medir para sí mismas y otra para los demás, con cualquier criterio y referido a cualquier cosa.
No puedo evitar acordarme de cuando leí la biografía de Gary Cooper. Él se acostó con todas sus compañeras de reparto. No tenía que esforzarse mucho, y le puso los cuernos a su mujer a troche y moche. Eso sí, cuando se casó dijo: "Como hombre de honor quiero una virgen". ¡Toma ya! Y fue una virgen, llamada Virginia, millonaria y guapa, que no fue muy feliz a su lado porque se las lió muy pardas.
Los hombres consentidos actúan así. Una medida para ellos y otra para los demás.
Y respecto a las críticas y comentarios exactamente igual: una medida para ellos y otra para los demás.
También hay quien lo relaciona con la inseguridad personal. Vaya usted a saber. Y lo curioso es que suelen decir que la base de esas inseguridades ha sido la falta de amor, pero también la sienten aquellos que han sido muy amados, queridos y consentidos, así que no lo tengo muy claro. Soy economista, no psicóloga. Esto dicen algunos:
Cómo comunicarse con alguien que siempre malinterpreta lo que dices
¿Conoces a alguien que se ofende muy fácilmente? ¿Qué tiende a pensar mal de tus palabras, por lo que tienes que andar con sumo cuidado de lo que dices? ¿Siempre te malinterpreta?
EL DIFÍCIL ARTE DE COMUNICARSE CON UNA PERSONA INSEGURA Nos ha pasado a todos. No entiendes cómo la otra persona ha podido sentirse tan mal por tus palabras. Tú no querías decir “eso”. Tú solamente querías decir lo que has dicho… ¿A qué viene tanto drama? ¿Cómo ha podido retorcer tanto tus palabras? ¿Cómo ha podido reaccionar de una manera tan desproporcionada? A la hora de comunicarnos con algunas personas, descubrimos que es imposible hacer una separación limpia y nítida entre unas meras frases y sus sentimientos y experiencias pasadas. Una persona que no ha recibido amor, que ha sido abusada, engañada o rechazada, no oye “bien” lo que le dices. Es importante comprender qué pasa por su cabeza. ¿Recuerdas el juego del “teléfono escacharrado”? Con algunas personas es igual. Tu mensaje no llega íntegro. Las voces de su infancia, sus experiencias del pasado, sus inseguridades… todas esas voces distorsionan el mensaje original. Si supieses qué mensaje le ha llegado, te asombrarías, no podrías creerlo, te dolería… y quizás, al final, tendrías un poco más de compasión y paciencia.
