martes, 4 de diciembre de 2018

Campeonato Mundial de Ajedrez

Nunca creí que pasaría por aquí, pero mi hijo me llevó allí. A lo grande. Sin duda tiene una batalla heroica que contar a sus nietos. 


Recogiendo acreditaciones en el aeropuerto. Las de los participantes en el Campeonato Mundial de Ajedrez de Cadetes y las de los acompañantes, como servidora. Obligatorias. 







Equipación de lujo. Representando a España. Olé y olé. 









No te caigas por la rampa, cielo mío...




¿Alguien ha visto un tablero de ajedrez por aquí? Niños de 85 países. Digno de ver y vivir. 









Como esto es de la talla 14 que es la que él usa con 11 añitos, y servidora lleva ropa de Deporte del Decathlon de la talla 14, me da que esto se queda para mí. El seguirá su curso y su crecimiento pero yo ya me quedé y me la pienso poner cuando no le valga...Je, je...





La Sociedad de Naciones infantil a romperse la cabeza contra los tableros. Y lo mejor es que disfrutan como niños...Como lo que son. 




Ahí, ahí jugando con el inglés de gafitas. 


Mi acreditación de acompañante. Muy orgullosa de ello. 





Pues para ser la medalla de un Mundial de Ajedrez no es la más grande y lucida de las que tiene. Hay que buscarle hueco. 



Olé con el peinado...Mi hijo no se hace eso ni de broma. Qué guapos están, tan serios y concentrados. Ahí, ahí, potenciando conexiones neuronales que ya traen muy bien de fábrica estos peques.