De Ramón Lluis Bande.
Leo en asturianu, aunque no sea una lengua como el euskera, el gallego o el catalán, yo leo en asturianu. Es la de aquí. Es lo que tenemos y creo que debemos hacer un pequeño esfuerzo por no perderla del todo, porque es la nuestra. Nunca la hemos respetado ni la hemos defendido y por eso no la hemos hablado tanto. Mi madre amenazaba con darme una torta en la boca si se me escapaba alguna vez un "ye". Y si lo hacía me decía: "¿Te crees que puedes llegar a ser una chica fina de Oviedo hablando esa porquería?"
Siempre ha sido una lengua sucia, prohibida y pisoteada. ¿Por qué? No lo entiendo. Me duele. Es nuestra. Querásmola un poco, aunque sólo sea un poco. Desde su pequeñez, respecto a otras super lenguas del Estado español, querásmola un "puquiñín".
