NB: La motivación de este artículo es estrictamente económica y soy economista liberal. Carezco de afiliación política, me declaro independiente políticamente y no he votado siempre al mismo partido. Lo más próximo a mi postura política es, normalmente, el centro político. Ahí pongo siempre la punta del compás. Por otro lado, he votado al partido referido en este artículo en diversas elecciones, a nivel local, nacional o europeo. No le hago ascos ni a la ideología, ni a personas que profesan dicha ideología. Llevo 18 años casada y más de 20 años como pareja de un hombre que se define de izquierdas, así que no tengo ningún problema con esta tendencia y visión política. Sencillamente es una cuestión económica, tal y como yo veo la actual situación económica en el Principado de Asturias.
Este artículo fue publicado en Tribuna de Opinión
del diario EL COMERCIO el 29/01/2019
Hay días que los titulares de apertura del
Telediario Nacional impactan de verdad. Los del pasado 15 de enero mostraban la
sentencia de una isla que puede irse a la deriva y que representa, en la
persona de una mujer, una de las derrotas más humillantes del gobierno de esa llamada
Gran Bretaña que sigue teniendo mucho de Pérfida Albión. Que la mujer al mando
se aferre al poder como si tal cosa, como si el mundo que conocemos no pudiera
irse al garete por malas decisiones políticas, me parece algo vergonzoso, y no
lo hace menos malo porque sea una mujer la que se agarre al sillón de manera
tan indigna. En esta patria nuestra –creo que no debería ofender a nadie si
digo que es España – también pasa. Y con presupuestos o sin ellos, tanto si al
país le va bien o mal, tanto si los indicadores económicos reflejan mejora o
no, que sepan señores que “no nos moverán hasta 2020”, amenaza Sánchez. Esto no
es el barco de Chanquete pero da igual. El otro titular impactante del 15/01/19
es que en el Palacio de San Telmo hay renovación. Un presidente que no es del
PSOE va a gobernar y de manera muy poética pide que llegue la luz al interior
del palacio. Tanta luz como la que tiene su bella fachada. Pues sí. Impactante
pero cierto. Pellízquese si es necesario, amable lector, para poder creerlo. Lo
que parecía imposible lo han hechos los andaluces. Con sus votos. Se han
cansado de las consecuencias económicas para su comunidad de años y paños de
gobierno del PSOE. Conocemos los resultados de su gobierno, al que muchos también
hemos votado en Asturias, servidora incluida y más de una vez, y que gracias a
haberlos votado hemos podido comprobar el resultado de su trabajo. Y a mí, dicho
resultado, después de casi tantos años gobernando en nuestra patria querida, no
tantos como en Andalucía pero casi, no me gusta nada. Han tenido suficiente
tiempo, de manera continuada, tanto en Asturias como en Andalucía para
demostrar lo que son capaces de hacer y, a mí, no me convencen. Necesitan
banquillo urgentemente. Los andaluces ya se han dado cuenta. Tengo una amiga
que, de jovencita, decía que ella sería incapaz de enamorarse de un andaluz
porque nada más abrir la boca le parecía un chiste de hombre. No es así,
evidentemente. La inteligencia está repartida uniformemente entre los distintos
territorios y pueblos españoles, solo que algunos parecen tomar mejores
decisiones o tener mejores políticos que, por otra parte, no caen del cielo
sino que nacen en ese pueblo normalmente.
Anonadada me hallo con esos titulares del
“parte” del 15/01/19, como decía mi querida abuela, y deseo lo mismo para mi
tierra. Para mi patria querida, porque si no cambiamos nuestras decisiones
políticas tal vez un vasco, o un catalán pueda pensar que somos tontos, aunque
no lo seamos, o incluso alguno lo deja escrito porque nuestro comportamiento le
produce hilaridad. Vamos rodando cuesta abajo y abajo y no cambiamos. Seguimos
votando a los mismos. A los mismos que votaron para gobernar en Andalucía 36
años y han dicho ¡BASTA YA! Albert Einstein decía: “No esperes distintos
resultados si siempre haces lo mismo”. Pues ya sabemos lo que sucederá si
seguimos votando lo mismo. Una amiga de mi madre siempre votaba a Felipe
González porque era el más guapo. Guapura no le falta al actual presidente de
España. Lo que le faltan son los votos en elecciones nacionales para ser
inquilino de la Moncloa. Un político debe ser juzgado y votado por su capacidad
para el cargo, aunque seguro que la amiga de mi madre considera que en el PSOE
de Asturias han pasado a mucho peor en el aspecto físico, incluso siendo mucho
más joven. En lo relevante para mí de un político que es la capacidad
intelectual y de gestión, sí que han pasado a peor en el cabecilla y es una
razón más para cambiar de gobierno. No es solo que sea lo mismo, sino que está
peor liderado, ergo el resultado es muy previsible. No quiero que vuelva a
gobernar ese partido que está llevando a Asturias a la muerte, aunque sea una
muerte dulce, anestesiada por dineros ajenos. Estoy cansada. Estoy harta de que
esta patria mía, donde he nacido y puedo vivir porque me da de comer, no
reaccione. Que le de igual que no genere riqueza, si le llega de fuera. Porque
claro, ¿qué vamos a hacer nosotros, si nos cierran las minas y la industria y,
y…? Pues, para empezar, votar distinto. No digo a qué partido, pero otra cosa. Aunque
una oronda (sin acritud) intelectual de izquierdas de voz cazallera, eterno
amor del poeta elevado a los altares cervantinos, pidiese desde su gloriosa
tribuna nacional de izquierdas que se repitieran las elecciones en Andalucía,
no se han repetido. Tal intelectual, de amplias carnes (sin acritud), estrechez
de miras políticas y dotada de cierta dicacidad, me recordaba a una compi del
cole que cuando no salía lo que ella quería cuando tirábamos la peseta para
empezar a jugar al cascayu, decía: “hay que volver a tirar”. Pues no. Y no se
confunda conmigo, amable lector, que yo, políticamente no me caso con nadie. Sencillamente
estoy convencida de que en Asturias necesitan descansar porque hemos tenido
tiempo de comprobar los resultados de su acción de gobierno. A veces, más bien,
inacción. La democracia sin alternancia no me parece sana. Será porque tengo
una visión céntrica de la política y me asustan por igual los populismos, ya
sean de izquierdas o de derechas. Le dejo razones, ya sabidas todas, para cambiar
de voto en mayo y a ver si somos capaces de igualar la hazaña andaluza. No
vamos a ser menos que ellos ¿Por qué necesitamos salir de esta autocomplacencia
asturiana con este tipo de gobierno? Por las siguientes razones: la situación
de empresas como Alcoa, Arcelor y unas cuantas más. Elevados costes
energéticos, problemas enormes en sectores como el pesquero, peajes de
elevadísimo coste, ausencia de medidas para evitar la sangría demográfica, nula
motivación de la natalidad. Tenemos un record tan vergonzante como que Asturias
es la única región en la que no se ha duplicado el PIB real en los últimos 40
años. Se han malgastado los fondos y ayudas que nos han concedido. Asturias
está a la cola autonómica de la recuperación poscrisis. Está a la cabeza de
población envejecida y exilio juvenil. Precisamente se nos van los más
productivos que ha costado mucho formar. Para mí es muy triste reconocer que existe
un desfase entre la producción y la renta disponible porque se nos hagan
transferencias del Estado que mejoran artificialmente nuestro nivel de vida. Yo
quiero que mis hijos, que se están educando en esta tierra, puedan producir y
vivir en ella. Que no tengan que emigrar y rendir para crear riqueza en otro
territorio. Y como yo, una buena parte de las madres asturianas. Podría seguir
dando razones pero tengo límite de caracteres disponibles y casi me he pasado. No
hay más ciego que el que no quiere ver. Y usted, señor lector ¿ha visto ya la
necesidad de un cambio?