martes, 29 de enero de 2019

Autocomplacencia asturiana

NB: La motivación de este artículo es estrictamente económica y soy economista liberal. Carezco de afiliación política, me declaro independiente políticamente y no he votado siempre al mismo partido. Lo más próximo a mi postura política es, normalmente, el centro político. Ahí pongo siempre la punta del compás. Por otro lado, he votado al partido referido en este artículo en diversas elecciones, a nivel local, nacional o europeo. No le hago ascos ni a la ideología, ni a personas que profesan dicha ideología. Llevo 18 años casada y más de 20 años como pareja de un hombre que se define de izquierdas, así que no tengo ningún problema con esta tendencia y visión política. Sencillamente es una cuestión económica, tal y como yo veo la actual situación económica en el Principado de Asturias. 

Este artículo fue publicado en Tribuna de Opinión 
del diario EL COMERCIO el 29/01/2019

Hay días que los titulares de apertura del Telediario Nacional impactan de verdad. Los del pasado 15 de enero mostraban la sentencia de una isla que puede irse a la deriva y que representa, en la persona de una mujer, una de las derrotas más humillantes del gobierno de esa llamada Gran Bretaña que sigue teniendo mucho de Pérfida Albión. Que la mujer al mando se aferre al poder como si tal cosa, como si el mundo que conocemos no pudiera irse al garete por malas decisiones políticas, me parece algo vergonzoso, y no lo hace menos malo porque sea una mujer la que se agarre al sillón de manera tan indigna. En esta patria nuestra –creo que no debería ofender a nadie si digo que es España – también pasa. Y con presupuestos o sin ellos, tanto si al país le va bien o mal, tanto si los indicadores económicos reflejan mejora o no, que sepan señores que “no nos moverán hasta 2020”, amenaza Sánchez. Esto no es el barco de Chanquete pero da igual. El otro titular impactante del 15/01/19 es que en el Palacio de San Telmo hay renovación. Un presidente que no es del PSOE va a gobernar y de manera muy poética pide que llegue la luz al interior del palacio. Tanta luz como la que tiene su bella fachada. Pues sí. Impactante pero cierto. Pellízquese si es necesario, amable lector, para poder creerlo. Lo que parecía imposible lo han hechos los andaluces. Con sus votos. Se han cansado de las consecuencias económicas para su comunidad de años y paños de gobierno del PSOE. Conocemos los resultados de su gobierno, al que muchos también hemos votado en Asturias, servidora incluida y más de una vez, y que gracias a haberlos votado hemos podido comprobar el resultado de su trabajo. Y a mí, dicho resultado, después de casi tantos años gobernando en nuestra patria querida, no tantos como en Andalucía pero casi, no me gusta nada. Han tenido suficiente tiempo, de manera continuada, tanto en Asturias como en Andalucía para demostrar lo que son capaces de hacer y, a mí, no me convencen. Necesitan banquillo urgentemente. Los andaluces ya se han dado cuenta. Tengo una amiga que, de jovencita, decía que ella sería incapaz de enamorarse de un andaluz porque nada más abrir la boca le parecía un chiste de hombre. No es así, evidentemente. La inteligencia está repartida uniformemente entre los distintos territorios y pueblos españoles, solo que algunos parecen tomar mejores decisiones o tener mejores políticos que, por otra parte, no caen del cielo sino que nacen en ese pueblo normalmente.

Anonadada me hallo con esos titulares del “parte” del 15/01/19, como decía mi querida abuela, y deseo lo mismo para mi tierra. Para mi patria querida, porque si no cambiamos nuestras decisiones políticas tal vez un vasco, o un catalán pueda pensar que somos tontos, aunque no lo seamos, o incluso alguno lo deja escrito porque nuestro comportamiento le produce hilaridad. Vamos rodando cuesta abajo y abajo y no cambiamos. Seguimos votando a los mismos. A los mismos que votaron para gobernar en Andalucía 36 años y han dicho ¡BASTA YA! Albert Einstein decía: “No esperes distintos resultados si siempre haces lo mismo”. Pues ya sabemos lo que sucederá si seguimos votando lo mismo. Una amiga de mi madre siempre votaba a Felipe González porque era el más guapo. Guapura no le falta al actual presidente de España. Lo que le faltan son los votos en elecciones nacionales para ser inquilino de la Moncloa. Un político debe ser juzgado y votado por su capacidad para el cargo, aunque seguro que la amiga de mi madre considera que en el PSOE de Asturias han pasado a mucho peor en el aspecto físico, incluso siendo mucho más joven. En lo relevante para mí de un político que es la capacidad intelectual y de gestión, sí que han pasado a peor en el cabecilla y es una razón más para cambiar de gobierno. No es solo que sea lo mismo, sino que está peor liderado, ergo el resultado es muy previsible. No quiero que vuelva a gobernar ese partido que está llevando a Asturias a la muerte, aunque sea una muerte dulce, anestesiada por dineros ajenos. Estoy cansada. Estoy harta de que esta patria mía, donde he nacido y puedo vivir porque me da de comer, no reaccione. Que le de igual que no genere riqueza, si le llega de fuera. Porque claro, ¿qué vamos a hacer nosotros, si nos cierran las minas y la industria y, y…? Pues, para empezar, votar distinto. No digo a qué partido, pero otra cosa. Aunque una oronda (sin acritud) intelectual de izquierdas de voz cazallera, eterno amor del poeta elevado a los altares cervantinos, pidiese desde su gloriosa tribuna nacional de izquierdas que se repitieran las elecciones en Andalucía, no se han repetido. Tal intelectual, de amplias carnes (sin acritud), estrechez de miras políticas y dotada de cierta dicacidad, me recordaba a una compi del cole que cuando no salía lo que ella quería cuando tirábamos la peseta para empezar a jugar al cascayu, decía: “hay que volver a tirar”. Pues no. Y no se confunda conmigo, amable lector, que yo, políticamente no me caso con nadie. Sencillamente estoy convencida de que en Asturias necesitan descansar porque hemos tenido tiempo de comprobar los resultados de su acción de gobierno. A veces, más bien, inacción. La democracia sin alternancia no me parece sana. Será porque tengo una visión céntrica de la política y me asustan por igual los populismos, ya sean de izquierdas o de derechas. Le dejo razones, ya sabidas todas, para cambiar de voto en mayo y a ver si somos capaces de igualar la hazaña andaluza. No vamos a ser menos que ellos ¿Por qué necesitamos salir de esta autocomplacencia asturiana con este tipo de gobierno? Por las siguientes razones: la situación de empresas como Alcoa, Arcelor y unas cuantas más. Elevados costes energéticos, problemas enormes en sectores como el pesquero, peajes de elevadísimo coste, ausencia de medidas para evitar la sangría demográfica, nula motivación de la natalidad. Tenemos un record tan vergonzante como que Asturias es la única región en la que no se ha duplicado el PIB real en los últimos 40 años. Se han malgastado los fondos y ayudas que nos han concedido. Asturias está a la cola autonómica de la recuperación poscrisis. Está a la cabeza de población envejecida y exilio juvenil. Precisamente se nos van los más productivos que ha costado mucho formar. Para mí es muy triste reconocer que existe un desfase entre la producción y la renta disponible porque se nos hagan transferencias del Estado que mejoran artificialmente nuestro nivel de vida. Yo quiero que mis hijos, que se están educando en esta tierra, puedan producir y vivir en ella. Que no tengan que emigrar y rendir para crear riqueza en otro territorio. Y como yo, una buena parte de las madres asturianas. Podría seguir dando razones pero tengo límite de caracteres disponibles y casi me he pasado. No hay más ciego que el que no quiere ver. Y usted, señor lector ¿ha visto ya la necesidad de un cambio?