lunes, 28 de enero de 2019

Invierno ardiente


Es solo el comienzo. Más tarde duele, 
y se le pone nombre. 
A veces lo llaman pasión. Que puede 
ocurrir de la manera más simple: 
unas gotas en el cabello. 
Acercas la mano, los dedos
se desatan ardiendo inesperadamente, 
retrocedes por miedo. Esos cabellos, 
sus gotas de agua son el comienzo, 
solo el comienzo. Antes
de que acabe tendrás que coger el fuego
y hacer del invierno
la más ardiente de las estaciones. 

                                                                                                    EUGÉNIO DE ANDRADE