Hay que ver lo que inventan...
Esto estaba en la mesa de super-ventas. Pasé de la madre perfecta. He renunciado a la perfección en todas las facetas de mi vida. Simplemente intento hacer las cosas bien, o lo mejor posible para mí. Ahora bien, de mi maternidad, no tengo queja alguna. No cambiaría nada de nada. Me ha salido redondo y eso que ni mi madre daba un duro por mí como madre. "Pero hija mía, otra vez embarazada; pero si lo tuyo son los libros". Eso decía pero ya no lo dice.
La mujer de mi marido tiene un cabello como cuando me ponen tenacillas, pero a mí me dura poquísimo. Lo tengo muy liso. No necesito planchas.
Evidentemente, no compré ni la madre perfecta ni la mujer de mi marido....