sábado, 14 de enero de 2023

Historias de arena

 De mi compañero de Facultad Jovellanos, de mi compañero de Universidad. Tengo un par de libros suyos. Una suerte compartir centro de trabajo con personas como él. 

Leo su poema y no tengo claro a qué arenas me lleva. Con cuáles me quedo. Las de Luanco, de mi infancia, las de Salinas, de mi primer novio, y los baños en el club Náutico del lugar, con su piscina de agua salada, las de Gijón, la ciudad donde vivo....

Supongo que a mi edad tengo que pensar en las arenas en las que quiero morir. 


UNE HISTOIRE DE SABLE

Por si algún día encontraras desnudos estos versos

y la piedad propicia que les dieras cobijo,

advierto que su arena invade las estancias

y hará que habite en ti

el rumor de las olas con que fueron escritos,

la última pleamar del cuerpo del esclavo,

lacerado de noches,

que fuera el amanuense de todos sus deseos.

Abrirán cada página

de aquel viejo cuaderno de las profecías

y cada amanecer,

el pájaro que anuncia las horas del olvido

caerá rendido en ti.

En ti se quedarán la sal y el astrolabio,

y contar los sonidos de la palabra herida

será el oficio entonces de todos tus desvelos.

No sabrán dónde hallarme,

quien amó tanto que después del diluvio

puso a secar al sol las pieles de los otros

se habrá marchado lejos.

Quizás me reconozcan

en las huellas que dejen mis pasos por sus playas.

No volverán a verme,

me iré como se parte con las ruinas del alba,

tal como quedó escrito

en la página última del libro de las horas:

“El tiempo ha decretado la esperanza

y yo, fiel escudero,

me he puesto a su servicio”.

Nacho González.