domingo, 15 de enero de 2023

Enemigos sin talla

 Decía mi admirado Oscar Wilde que "un hombre se mide por la talla de sus enemigos". Por aquello de la igualdad, se podría extrapolar a una mujer. ¿Verdad? Lo curioso es que a esta mujer que suscribe le salen enemigos que no dan la talla para serlo, ergo no lo son. Unos infelices tal vez. Enemigos no. 

Un día, hace ya muchos años, se me acercó una buena compañera de trabajo y me dijo: "Susana querida ¿has leído esto? Pero ¿ qué le has hecho a este hombre? " Y yo le contesté: "Nada, nada en absoluto. En mi vida he hablado con él. Ni una palabra". Pues hija mía, me contestó, no entiendo nada esto. Parece que quería guerra contigo y no la tuvo, porque, en caso contrario, no se entiende esta basura. 

En efecto, no lo entendí. Lo que está claro es que hay hombres, por llamarlos de alguna manera, que no dan la talla ni para una guerra, ni para ser enemigos. Porque un hombre que se viste por los pies, no dice ni escribe determinadas cosas. 

Una rata tal vez. Y sí. RATA DE DOS PATAS. Tal cual. 

 No creí que te hubiese dado tan fuerte...

Tampoco das la talla para ser mi enemigo. 

Tranquilo, que tampoco para eso. No hay guerra de ningún tipo.