lunes, 16 de enero de 2023

Gracias mamá

Soy una mujer con suerte por muchas razones. Entre ellas, por la madre que tengo a la que tantas cosas he de agradecer. Un ejemplo impagable para todo. También en su divorcio. Lo afrontó en silencio, con dignidad, se refugió en la lectura (un vicio que he heredado) y un buen día se fue de viaje con unas amigas y el guía se le declaró en Capri. Un logroñés que es 4 años más joven que ella y que no sabe si la tiene o si la sueña y que la ha paseado, literalmente, por todo el mundo. Mi madre se conoce desde Japón a la Patagonia, Sudáfrica...etc. 

Vistos los esperpentos que hacen algunas mujeres, como Agatha Ruiz de la Prada, o Shakira, que intenta denigrar a otra mujer en una canción terrible y en ese proceso se rebaja ella misma, aún le doy más valor a la forma de abordarlo de mi madre, allá por los años 80 del siglo pasado, cuando casi nadie se divorciaba. 

Había en ese momento un período obligado de 2 años entre separación y divorcio, salvo que se demostrara que no había convivencia. 

Sí la había, en el caso de mis padres, pero mi padre me pidió que declarase en un juzgado lo contrario. Yo era la primogénita. 

Aún recuerdo el despacho, aquella sala, la máquina de escribir de quien me tomaba declaración, el flexo curvado... Lo hice. Este funcionario que suscribe declaró en falso obligada por el hombre que le dio la vida. Supongo que está prescrito el obligado delito. Ni idea. 

Al salir, no pude contener el vómito. Llegué a casa y tiré la ropa que llevaba puesta ese día.

Cada vez que paso por Llamaquique siento escalofríos en mi médula espinal con hierros. 

No reprocho nada. Mis padres hicieron lo que pudieron para ser felices. Todos intentamos ser felices. Solo hay una oportunidad, terrenal al menos. Estamos en este mundo para ser felices. Lo dice la Biblia, no lo digo yo. 

No creo en el efecto de las terceras personas. Una pareja enamorada y que funciona y que quieren estar juntos, eso no lo rompe nadie. Se rompen las parejas que ya están rotas. 

Mi padre le dejó 3 pisos a mi madre y una pensión holgada. 

El divorcio no tiene que ser un problema sino una solución. Depende. 

Para mi bella madre lo fue. 

La cuestión es cómo hacerlo. Y ponerse a cantar determinadas cosas es querer hacer daño a los hijos. 

Hay que pensar en los hijos, en primer lugar, antes del dinero. 

No he vuelto a pisar un juzgado. No se me ocurre ni recurrir una multa de tráfico, por si acaso hay que volver. Soy una ciudadana cumplidora de las normas y no tengo ninguna citación judicial. 

No sé qué me deparará la vida, si tendré que pisarlo algún día o no, pero se lo dejo a los profesionales de lo penal, que hay muchos y muy buenos. 

Procuro esquivar siempre el Campus de Llamaquique. 

Soy casi tan alérgica a los juzgados como a las redes sociales. 

Gracia mamá por ser así. 

 



FOTOS PUBLICADAS EN EL FACEBOOK DE MAMÁ



En un barco en Venecia con 60 añazos. Yo quiero llegar así a esa edad....


                                                                             India...



Con my brother Nachín, 6 años más joven que yo. Fernando, solo 11 meses más joven.-