Pues lo hemos celebrado varias veces, como las bodas gitanas. El sábado de tarde, el propio día 23 de octubre en el que nació, con sus amiguitas. Y el domingo en versión familiar.
Pasa el tiempo, los niños crecen y se hacen jóvenes adolescentes y los mayores prefiero no pensarlo, ni decirlo. Simplemente vivirlo y ver la felicidad de quienes hemos traído al mundo.
¡¡Felicidades reina mía, por esos preciosos 11 añitos!!