lunes, 3 de mayo de 2021

¿Quién es la casta?

Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL 

de EL COMERCIO el 02.05.2021 


https://www.elcomercio.es/opinion/casta-20210502002146-ntvo.html


¿Quién es la casta?

El rendimiento por hora estudiada y trabajada en la vida ha sido altísimo para la pareja residente en Galapagar. En materia de finanzas y eficiencia no tengo nada que enseñarles


El pasado 27 de marzo, EL COMERCIO publicaba una información sobre el patrimonio de los miembros del Gobierno, destacando en el titular que Pablo Iglesias supera a Sánchez, Calvo y Calviño. Me dediqué a mirar todos los números, de todos los ministros, para saber qué me decían, porque a mí los números me hablan, me sugieren cosas y son relevantes en mi trabajo. No se puede abordar una investigación empírica en economía financiera sin revisar los datos, sin depuración, sin eliminar valores extremos ('outliers') que puedan distorsionar los resultados de las posteriores estimaciones econométricas y falsear las regresiones, sin previa normalización de variables. Hay que mirarlos y escucharlos porque 'hablan' y aportan información. Los números dicen verdad. Por eso me gustan las matemáticas.

Me dicen que Nadia Calviño, que superó una de las oposiciones más difíciles para un economista y que ha desarrollado una brillante carrera en Bruselas, tiene un patrimonio saneado, que quizás hubiese yo estimado algo superior, porque no dista del mío, y me percato de que ella tiene cuatro hijos, o sea, más que yo, y las madres sabemos que los hijos dan muchas alegrías, pero también gastos. Me sorprende muchísimo el patrimonio del ganador de las elecciones catalanas el romántico día del 14 de febrero, del que nos olvidamos porque no va a gobernar Cataluña, cosa que no es justa con él. Y tampoco lo es tener un patrimonio que resulta ser menos de la mitad que el de una profesora de Universidad de provincias, cuando en tal lugar, Cataluña, los políticos exhonorables y sus familiares conducían Ferraris Testarossa. Eso me dice que Salvador Illa, hombre de pocas deudas, sabe que 'Barcelona es bona si la bossa sona'. No le ha sonado mucho a este catalán de mayo del 66, con solo un hijo, que seguro que es lo que parece: honrado. Me dicen los números lo ahorradoras que son Arancha González-Laya y Margarita Robles; me revelan la lógica de los mayores patrimonios del gobierno, Castells, habiendo trabajado años en EE UU, o José Luis Escrivá, por sus altos cargos. Números normales y entendibles, dadas sus trayectorias vitales. Me fijo en lo renuentes que son al apalancamiento Juan Carlos Campo, Teresa Ribera, o José Manuel Rodríguez, y los números poco cerebrales de Alberto Garzón, con más deuda que patrimonio ¡Que no te vengan mal dadas, Alberto!


Pero, ¡oh casualidad!, miro los números de Pablo Iglesias y su pareja, excajera de supermercado y madre de sus hijos, y no salgo de mi asombro. Ya se sabe que Iglesias tuvo su papel en el 15M, pero no venía de familia muy humilde. Media alta más bien, un pijo-progre que ha ido a más, que vive en casa de pijo-progre y con elevado nivel de deuda que quizás pueda cubrir con su sueldo de político en Madrid. Se ha aplicado, junto con su pareja Montero, que aún lo supera en patrimonio, aquello que fue su slogan político: «Sí se puede». Y sí, se puede fundar un partido para sacar de la pobreza a los pobres del país y cuando tienen la oportunidad de hacerlo en cargo gubernativo nacional, pirarse del Gobierno, dejar la vicepresidencia y el ministerio, que da mucho trabajo, y como él mismo ha afirmado: «trabajar mucho es de cretinos». Si es así, qué cretinos fueron Newton y Bach, ¿verdad Pablo? Además de ser superdotados por naturaleza, sobrehumana casi, trabajaron como esclavos. Está claro que Pablo Iglesias no es cretino, en su propia definición, porque él nunca ha trabajado mucho: ni en la Universidad (no sacó plaza), ni en el Gobierno, salvo que por trabajar se entienda fastidiar y poner problemas para lograr consensos.

Lo que le gusta en verdad a este mesías de extrema izquierda es ser actor, rodar vídeos y ver Netflix, que es su eterna fuente de inspiración. Y con tal actividad, este tipo y su pareja son capaces de superar en patrimonio a jueces como Grande-Marlaska o a economistas del Estado como Calviño. Si una lo piensa bien, ¿no está nada mal verdad? El rendimiento por hora estudiada y trabajada en la vida ha sido altísimo para esta pareja residente en Galapagar y luchadora contra la casta.

A mis alumnos les enseño a diferenciar la eficacia y la eficiencia. Ser eficaz es lograr el objetivo. Ser eficientes es lograrlo con el menor esfuerzo y uso de recursos posible: capital y trabajo. No puedo cerrar este artículo sin felicitar a la pareja de políticos padres de familia numerosa. Felicitarles de manera jocunda por haber sido eficaces, ergo por lograr su objetivo de poder -ya son casta- y eficientes, es decir, por lograrlo con poca formación, en el caso de Irene especialmente, y poco trabajo, salvo la publicidad y trabajo de campaña de Iglesias. En materia de finanzas y eficiencia no tengo nada que enseñar a Montero ni a Iglesias. Me han superado, aunque yo sí haya logrado mi plaza universitaria y sí haya estudiado y siga estudiando mucho, cosa lógica en mi trabajo. Sus números patrimoniales me chocan. Los catalogaría, sin ninguna duda, de 'outliers' y me intrigan muchísimo porque no les veo lógica alguna, ni la razonable procedencia en sus vidas laborales, por decir algo. ¿Dónde está la clave numérica? No logro encontrarla. Tal vez sea porque nunca he estado en Venezuela y son malos tiempos para viajar estos de pandemia, ¿verdad, amable lector?