lunes, 31 de mayo de 2021

Negacionismo fiscal

Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL 

de EL COMERCIO EL 30/05/2021


https://www.elcomercio.es/opinion/negacionismo-fiscal-20210530220338-nt.html

Negacionismo fiscal

Me sorprende esa charla artificiosa de nuestro Gobierno, encaminada a engañar y a ocultar la realidad. La carga impositiva regional está 15 puntos por encima del conjunto nacional y nada menos que 25 de la Unión Europea. 

 


SUSANA ÁLVAREZ OTERO

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Permití a mis hijos que vieran una entrevista a Miguel Bosé hecha por un periodista de creciente popularidad por una razón: que comprobaran el efecto que a largo plazo puede tener en el cerebro el consumo prolongado de sustancias tóxicas, y no lo digo por su negacionismo de esta pandemia, sino por su forma de no razonar en ocasiones. Les dejé con buen sabor de boca a mis infantes al ponerles sus mejores canciones, y eso es lo que vale la pena de Miguel Bosé.

Creo que nuestros políticos no necesitan de ninguna sustancia extraña para alucinar o tratar de vendernos una realidad paralela. El negacionismo fiscal en el Gobierno asturiano es persistente. Me sorprende toda esa faramalla de nuestro Gobierno, esa charla artificiosa encaminada a engañar a los asturianos y a ocultar la realidad. No toca hoy hablar del descomunal incremento de la deuda asturiana en los últimos años -ese grave tema da para un futuro artículo, sin duda-, sino de la desfachatez en la negación de la presión fiscal que sufrimos los asturianos. En esta España de comunidades divergentes, hay otros ciudadanos que nos pueden comprender: los catalanes, por ejemplo, que también sufren grave presión fiscal para poder pagar las costosas ensoñaciones nacionalistas de su casta dirigente. En esto, los momentos felices los viven los ciudadanos de la capital española, lo cual al señor Barbón le debe de sacar de sus casillas, porque quiere que les suban los impuestos a los madrileños. ¿Y quién es Barbón para decir lo que tienen que hacer con la presión fiscal los gobernantes de otras comunidades a los que, por cierto, la vida económica les va mucho mejor que a nosotros? Tanto, que la ayuda pecuniaria para salir adelante nos viene de ahí, precisamente, de esa comunidad central cuyos ciudadanos pagan menos impuestos. Recuerdo con agrado la entrevista publicada en EL COMERCIO (04-10-2020) al consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, declarando: «Que Barbón lo tenga claro: no subiremos los impuestos». Supongo que los miembros del astur-Gobierno, de ese pequeño Gobierno de esta pequeña comunidad lo sabrán, ya que el Principado de Asturias es una de las regiones con mayor presión fiscal, superior a la media europea. Digo yo que si están en tales cargos lo sabrán -se supone-; lo llamativo es su persistente negacionismo al respecto.

La carga impositiva regional está 15 puntos por encima del conjunto nacional y nada menos que 25 de la Unión Europea. Pueden repasar el informe del Instituto de Estudios Económicos, que precisamente hace eso, informarnos de que las cargas impositivas que sufrimos los asturianos están, por ejemplo, por encima de las que tiene la vecina Francia que, dicho sea de paso, ha anunciado recientemente bajadas de impuestos. Tal vez usted, amable lector asturiano, no sepa que tales cosas pueden suceder, pero sí: es una fantasía realizable para algunos privilegiados ciudadanos con gobiernos locales razonables económicamente, algo que a usted y a mí no nos ha tocado o no hemos votado. Lo cierto es que cuando una mira las disputas cainitas en la oposición se pregunta si cambiando de gobierno pasaríamos de Guatemala a Guatapeor, pero es que a otros, con oposiciones más lustrosas, les está yendo muy bien. Por casualidad, ¿sabe usted, amable lector asturiano que Andalucía ha tenido presupuestos con superávit y que se preparan importantes bajadas de impuestos? De verdad que sucede: que se bajen impuestos y que las cuentas salgan mejor. Y eso que los andaluces tuvieron durante años y paños gobiernos de nuestro mismo color. En antagónica posición en esta piel de toro, andaluces y asturianos hemos elegido gobiernos socialistas continuamente. Sin embargo, el hartazgo del declive económico, unido al tufo del caso de los ERE con el Gobierno socialista, acabó con la paciencia andaluza y se acordaron de Einstein que decía: «No pretendamos que las cosas cambien cuando seguimos haciendo lo mismo». Y votaron distinto. Si lo que los asturianos queremos es seguir a la cola de España, tener niveles insufribles de deuda y presión fiscal, que no se nos tenga en cuenta para nada, porque somos pocos y cada vez menos por la emigración juvenil, que lleva a que tengamos una población cada vez más envejecida (no son las leyendas urbanas de Tini Areces, que en paz descanse, eran amigos y compañeros que se iban), si el objetivo del astur-Gobierno es convertir este Principado publicitado como paraíso natural en un geriátrico, con unos pocos 'vieyos' a los que se les tapa la boca subvencionándolos, vamos por muy buen camino. Que no, Barbón, que no trago con el negacionismo fiscal.

Y, desde luego, lo que menos me gusta es pasear por Gijón y verme reflejada en el sufrimiento de la cara de la escultura de 'La madre del emigrante', 'La lloca'l Rinconín', que ve que sus hijos tienen que partir y ganarse la vida en otro lugar. A diferencia de los que nos gobiernan, que miran para su barriga y las prebendas de sus puestos, quiero mucho y espero mucho de mi tierra natal y si volviese a nacer elegiría la misma vetusta ciudad, pero no elegiría a quienes la fríen a impuestos, la sangran, la llenan de deuda para los hijos y encima, lo niegan. ¿Y usted?











Gran ilustración de Daniel Castaño. ¡Agradecida! 
Refleja totalmente el espíritu y fondo del artículo.