Lo descubrió en francés.
Tuvieron su roce, importante, pero la admiración literaria no la niega. Por supuesto.
El proyecto a cuatro manos del que habla, desafortunadamente como él dice, se eclipsó.
Prefiero escucharlo aquí que verlo en Masterchef. Qué dolor, por Dios. Qué dolor.
Prefiero escucharlo aquí que verlo en Masterchef. Qué dolor, por Dios. Qué dolor.