jueves, 19 de diciembre de 2019

Entrevistada por EL COMERCIO

Cuando me llamaron de prensa para hacerme la entrevista por mi nuevo libro, la verdad es que me lo pensé. No es la primera vez, pero implica una notoriedad que no necesito para desarrollar mi oficio que es la docencia y la investigación académica. Ya tengo más de la que necesito por el mero hecho de que me gusta escribir y expresar públicamente mi opinión sobre los temas que me interesan o que llaman mi atención y siento que tengo algo que decir al respecto. 

Finalmente decidí aceptar. 

Muy agradecida a la dirección de "EL COMERCIO" y a Eduardo Paneque, periodista de la sección de economía del decano de la prensa asturiana por la estupenda entrevista. 

Enlace de la entrevista: 



«En Asturias hace falta atraer grandes patrimonios»




Susana Álvarez Otero | Profesora de Economía

La economista presenta su recopilación de artículos bajo el título: 'Las salidas a bolsa en España: balance del sexenio 2013-2018'

EDUARDO PANEQUEGIJÓN.
Ha convertido su pasión, los mercados económicos, en su profesión como profesora, analista, investigadora y articulista en EL COMERCIO. Después de trabajos pioneros sobre el fenómeno de las salida a bolsa mediante Oferta Pública Inicial (OPI), Susana Álvarez Otero (Oviedo, 1970) da el salto a las librerías.
-Está de estreno. ¿Cómo lo lleva?

-Es fruto de un trabajo que viene de lejos. Hace unos años me propuse escribir artículos explicando lo que pasaba: por qué salían las empresas a Bolsa y por qué debería de haber más, ya que tenemos muy pocas cotizadas. Así que las he recopilado para dar una visión global y de análisis con su evolución en el sexenio 2013-2018.
-Una de las últimas en salir ha sido la asturiana Izertis, ¿un éxito?
-Sin duda. El salto desde la valoración de la empresa y lo que valoró el mercado es muy alto. Tiene mucho recorrido a medio plazo, pero tiene que colocar más papel.
-¿Qué ha supuesto para la región?
-Es un cambio de paradigma que debería de abrir la veda, porque las empresas son las que crean riqueza y empleo. Hay que recordar que la presencia en bolsa les ayuda a crecer y a financiar sus proyectos de manera más barata contribuyendo al crecimiento y desarrollo.
-Lo hizo en plena incertidumbre política. ¿Cuánto está influyendo esta situación en los mercados?
-Lo cuento en la introducción del libro. Muchas empresas han echado el pie para atrás en el mercado bursátil debido a la incertidumbre. A esto sumamos otras tareas pendientes a nivel bancario como lo que sucederá con Bankia. Su única solución pasa por privatizarse.
-En este contexto, ¿siguen teniendo sentidos las cajas de ahorros?
-Aunque las hay que lo hicieron bien, es un modelo caduco. El problema de las cajas es que se igualaron por la parte del activo mediante la concesión de préstamos y créditos, pero por la parte del pasivo -en la captación de fondos- no tenían acciones. Es decir, no podían apelar a los mercados y se acabaron ahogando ellas mismas en sus fondos. A ello sumamos la injerencia política y la menor profesionalización. Y ojo, que con su obra social han ayudado muchísimo.
-¿Cómo coge la desaceleración económica al sector bancario?
-Tienen un problema muy gordo que es el nivel de los tipos de interés. Los márgenes con los que están trabajando son desesperantes así que no tengo ninguna duda con que lleguen a cobrar por los depósitos. Veremos cómo actúa Christine Lagarde -nueva presidenta del BCE- respecto a la subida de tipos de interés. Los bancos están deseando una subida pero a España no nos viene bien por nuestra dependencia del turismo en el PIB.
-¿Y entonces? ¿Qué hacemos?
-En España se debería de priorizar la creación de empresas, la tecnología, quedarnos con la mano de obra que estamos formando y no dejar que se vayan fuera. Tenemos que ir a un modelo de especialización porque es absurdo querer competir en costes con China o Europa del Este.
-Sobre este asunto, ¿cuánto está afectando la guerra comercial?
-En un mundo globalizado cualquier restricción o arancel es un error y un paso atrás. El capitalismo y la apertura es lo que funciona.
-En este contexto se vuelve a mirar a África. ¿La definitiva?
-Es una oportunidad, hay que invertir en ese continente pero primero tenemos que 'darles la caña', al menos en los países que son democráticos. Se trata de que compremos sus productos, desarrollen su agricultura y que se abran al mercado. ¿No puede llegar aquí el trigo de Senegal? Es la forma de avanzar.
-¿Y la de Asturias?
-La clave está en beneficiar fiscalmente y atraer grandes patrimonios para conseguir tener empresas potentes. Seguimos siendo muy burocráticos y, por supuesto, no hay que incentivar con subvenciones sino vía bajada de impuestos.