jueves, 5 de diciembre de 2019

¿Chochea?

No veo Masterchef. Es pecado mortal en mi casa. De hecho, mi hijita lo quiso ver una vez, porque hablaban sus compañeras en el recreo de Masterchef de niños, y se le hizo consejo de guerra en casa. Amagó con ir a la otra TV del berrinche, pero renunció por voluntad propia. Otras cosas habrá para hablar en el recreo: filosofía, física cuántica...
El caso es que yo no me había enterado de esto porque no veo el programa, y lo comentaron en el café. Busqué en internet y sale esto. Yo no le veo problema a la indumentaria. Va bien. Será de lino la camisa y el pantalón y arruga más, pero no le veo ningún problema a su aspecto, para lo que es: un señor entrado en años que, por otro lado, siempre ha ido bien vestido. Con o sin La Preysler al lado. Ahí no hay pega ninguna. 
El problema es el hecho de estar ahí. Eso sí que no puede ser. De ninguna manera puede un Premio Nobel de Literatura estar en ese programa. Además, no es el padre de la criatura ganadora. El padre es un marqués, educado como tal, al que nadie necesita decirle que no se puede ir a ese programa. A un programa cutre salchichero donde se fríen salchichas. Mi hija con 9 añitos ya sabe que no se puede ver y este señor, al que admiro tantísimo literariamente ¿no sabe que él no puede estar ahí?
Cuando salió la noticia de la relación entra ambos, lo primero que se me vino a la cabeza es: "¿Vargas Llosa chochea?". Los trucos de una geisha filipina en la cama no pueden ser, porque esa señora no hará en la cama nada que no hagamos las demás mujeres. Está todo inventado. Es que él ha ido a menos. Lo de ella lo podría entender. Tiene dinero y con él gana subidón intelectual. ¡¡Qué elevada la doña que puede encamarse con un premio nobel de literatura!!
Recuerdo perfectamente que cuando se divorció de Julio Iglesias y ya estaba con el marqués, se le llamó para un programa de Televisión. Fracasó estrepitosamente a los pocos programas. Y ella, muy sincera dijo: "Es que lo mío no es hablar". 
¡¡Toma!! Ya lo sabíamos. No hacían falta los programas para ello. Se confirmó, no obstante. 
Lo suyo es la imagen y la presencia que cuida mucho y con una genética que siempre la ha favorecido. Y mucho dinero invertido en su físico. 
Una señora que no sabe hablar con un premio nobel de la palabra. 
Creí que chocheaba en ese momento, y con esto lo he confirmado. 
Algo ha perdido. Algo grande. 
En cierta ocasión oí a un rockero de procedencia de barrio decir que él mandaba al amigo a comprar pizzas y papel higiénico al supermercado porque una estrella del rock no puede ir al supermercado ni dar la posibilidad a nadie de que le haga una foto cogiendo el papel higiénico. Por eso manda al amigo. La frase es antipática como pocas; me pareció horrible. Pobre amigo. Hasta ahí podíamos llegar. Te dan ganas de dejar de ser fan. Y de hecho lo haces.
Hasta aquí. 
Pero el rockero tiene razón. Ese rockero de barriada está más centrado en la vida y en el personaje que es, que Mario Vargas Llosa al que a su edad quizás le pueden dar muchas cosas igual, pero todas todas no...Eso nunca. 
Sentí mucha pena. 
El problema no es la camisa arrugada. El problema es todo lo demás. 
Si ya no quería a su esposa y madre de sus hijos, que no la quería porque ya se las había liado pardas antes con azafatas y no sé quien más, anda que no habría intelectuales jovencitas escritoras, dispuestas a estar con él. Anda que no......

Chochea. Claramente. 

https://www.elnacional.cat/enblau/es/television/mario-vargas-llosa-camisa-arrugada-masterchef_446319_102.html


Burla masiva contra Vargas Llosa: descamisado y con la ropa arrugada en la final de 'Masterchef'