Just almost perfect!
Una canción de un chico que le canta a una chica, arrepentido del dolor que le ha causado, pero con las ideas claras de lo que quiere. Y eso es importante. Cada persona necesita el tiempo que necesita.
Las buenas canciones siguen siendo buenas pasado el tiempo. Aunque haga tiempo que no las escuches, las vuelves a oír y te transportan a ese estado de ánimo que buscan, de la misma manera. Es algo mágico y muy bello.
Como las personas que valen la pena. Pasa el tiempo y vuelves a hablar con ellas, y compruebas o vuelves a comprobar, que son personas valiosas, que merecen la pena. Su compañía, su charla, su conversación, lo que te transmiten con su presencia...
Y las que no lo tienen, no merece la pena perder el tiempo con ellas.
Ayer escuchaba a unos médicos en la TV, que hablaban de compañeros que habían perdido, muertos a causa de esta epidemia y llegaban a conclusiones personales y no médicas:
- que la vida la podemos perder en cualquier momento, por eso hay que vivir cada minuto.
- que hay que saber con quién nos quedamos. Quien merece la pena realmente para nosotros y quien no, y no perder tiempo con quien no lo vale.
Ni estar con personas que no merecen nuestra compañía, sino con quien verdaderamente queremos estar, ni escuchar canciones idiotas. Y esta, para mí no lo es. Dice cosas importantes y es muy especial.
A la espera de lo que nos cuente y cante Paul, el gran Beatle, en diciembre, esto es lindo de escuchar.
¡¡Feliz jueves!!