Hermann Hesse decía que él había amado y se había encontrado a sí mismo, contrariamente a la mayoría, que amaban para perderse. También Stefan Zweig afirmaba al respecto:
"En el encuentro verdadero y amoroso con el otro nos conocemos profundamente a nosotros mismos. Si yo te miro a ti y veo que también eres yo, algo en lo esencial se calma".
Estoy totalmente de acuerdo. Si no te ves en el otro, no hay nada. Hay personas que dicen que no saben quienes son. Que no se encuentran a sí mismos y que piensan que nunca terminarán de conocerse a ellos mismos. Es tan sencillo como darse media vuelta en la cama: esa persona que está en nuestra cama, a nuestro lado, esa persona somos nosotros. Habiendo podido elegir y sin restricciones de otro tipo, económicas y demás, si decidimos estar con alguien y quedarnos con alguien, no hay muchas dudas sobre lo que somos y quienes somos.
También puede suceder que la cama esté vacía. Por aquí, en la Academia, sucede con bastante frecuencia. Yo diría que más que la media de la población. Hay quien tiene una idea tan excelsa de sí mismo que no encuentra par. Y deciden entregar su vida a la ciencia. Ya se sabe que el saber no ocupa lugar pero lleva mucho tiempo. Pues eso. Sin pareja y sin hijos, todo el tiempo del mundo para investigar. La vida son caminos y elecciones y cada persona elige el suyo.
