miércoles, 25 de septiembre de 2019

Sentir con la persona equivocada

Apenas veo la televisión, pero mientras recogía los platos de la cena uno de estos días, oía a lo lejos, en la tele del office una entrevista a un artista. Hablaba en algún momento de "sentir", de las relaciones humanas y de repente esta persona señaló: "A veces sientes, pero con la persona equivocada"

Y se me vino a la mente, cuando oí esa idea, la relación de una amiga mía, hace muchos años, en la que nosotras, sus amigas y también su familia, tuvimos que convencerle de que tenía que dejarle. Era un yonqui sin remedio y, de hecho, murió unos años después. Ella necesitó tratamiento psicológico y psiquiátrico. Apenas tenía 20 años. No sé lo que le daban, pero estaba hinchada. No parecía ella. 

¿Quién es la persona equivocada?

Pues la que no te corresponde en tus sentimientos, la que te hace sufrir sin motivo, la que te insulta, la que no te respeta ni te apoya en lo que es importante para ti, la que no trae cosas buenas a tu vida, la que no está a la altura de tu inteligencia o de tu conversación, la persona cuyo mundo no te atrae, cuyos intereses nada tienen que ver con los tuyos, por lo que un proyecto de vida en común no sería viable....pero bueno, cada persona pone el umbral o el listón donde quiere. 



El marido de una persona que conozco bien, siempre fue muy sincero: "A mí no me vale la que no sea virgen". Y lo logró. Vive Dios que lo logró. Puede decir que es el único hombre que se ha acostado con ella, y seguramente será un matrimonio para toda la vida. Y ese, para él, era un valor supremo de esa mujer. El decía que trabajaba en una empresa muy grande de una población pequeña y que la sola idea de que un compañero de trabajo hubiera tenido relación con la que iba a ser su mujer le daba náuseas. Lo consideraba un atentado a su honor y una falta de respeto a sí mismo. Y lo quiso así, y lo tuvo. No soportaba ese efecto en su marco profesional o de sus amigos. 
Cada cual es cada cual. Se conocieron el siglo pasado, el mismo siglo que el padre de mis hijos me conoció a mí y me sacó a bailar y, en otro siglo, esas cosas eran posibles. Este señor lo tendría más complicado ahora. En esto los hombres siempre han sido y supongo que seguirán siendo muy vulnerables. Hace bueno lo que decía Wilde, de que los hombres quieren ser el primer amor de una mujer, y nosotras, el último amor de un hombre. Pueden considerar intragable la no virginidad o cualquier cosa o anécdota que haya tenido que ver con hombres en el pasado. Bueno, cada uno decide lo que asume y lo que no. 
En el caso de las mujeres, el pasado de un hombre no suele tener demasiado interés. Y para muchas el dinero sí. No es mi caso. Ahí tenemos la vulnerabilidad de las modelos al dinero de los futbolistas. Una tandem consistente - belleza/dinero- que funciona mientras no se acabe la belleza o el dinero. 
En mi caso, es la inteligencia. Jamás podría estar con un hombre que no fuera inteligente. O me llena con su verbo, o no hay nada que hacer. Lo de que primero está el verbo, y luego se hace carne. Cosas de la Biblia. 

Sinceramente no creo que ni el dinero, ni la virginidad sean factores que garanticen el éxito de una relación a largo plazo, pero cada uno sabe lo que necesita y lo que quiere. 
Y si no lo sabe, tiene un problema en el amor. 


¡Ojalá lo encuentren antes de morir!