viernes, 13 de septiembre de 2019

Pues claro que lo merece

Este artículo fue publicado en EL COMERCIO, 
el 11 de Septiembre de 2019, día de celebración de la Diada de Cataluña. 

El pasado mes, EL COMERCIO publicaba un artículo de Lorenzo Silva titulado “Merece algo mejor” (20/08/2019) en el que exponía sus razones para defender que tanto la ciudad de Barcelona, en la que él vivió, y la propia Cataluña, merecen gobiernos mejores. No podría estar más de acuerdo, sobre todo después de pasar mis vacaciones estivales en esta bella ciudad: cosmopolita, elegante y bien urbanizada. Madrid, ese lugar que nos acoge rápido a todos los españoles, desde cualquier punto de la piel de toro, tiene mucho para mí de pueblo grande, más que de moderna ciudad. Volviendo a Barcelona, ¿es de recibo, en primer lugar, que alguien como Ada Colau esté dirigiendo, nuevamente, los destinos de esta gran ciudad? ¿Es realmente lo mejor, lo menos malo que le puede suceder a Barcelona? ¿Es posible que su ciudadanía considere que una mujer tan incompetente puede llevar las riendas de la Ciudad Condal? Supongo que usted, como lector, me podrá replicar que la política española está repleta de incompetentes y lleva razón. Sospecho que aquí hay busilis, que no somos capaces de elegir políticos capaces, valga la redundancia. Ni siquiera capaces de ponerse de acuerdo para formar gobierno y con el riesgo de llevarnos a unas nuevas elecciones. Barcelona ha sido noticia por la inseguridad que se ha apoderado de sus calles. La pasada semana, EL COMERCIO informaba de la muerte en Barcelona de una mujer, apuñalada en una zona de ocio nocturno, que pasaba a ser la novena víctima mortal del verano en la capital catalana. Lo cierto es que yo no he notado ese clima de inseguridad, porque me movía por lugares tranquilos con mis hijos, pero la sensación y la idea pesada en el ambiente de que algo malo pudiera suceder, no es agradable. Ni de vacaciones, ni en ningún otro momento. Y la inseguridad, que pone en jaque a la ciudadanía, es uno más de los problemas. Tal vez, el más grave pero no el único. ¿Qué hay de los otros problemas que crea la ineficiencia de Colau y, en general, la inopia de los políticos catalanes ensimismados en problemas que ellos consideran más elevados que el bienestar de los ciudadanos de su comunidad? Me refiero a problemas económicos. 

Ilustración de Gaspar Meana

Barcelona y el resto de Cataluña están en mejor situación que la inmensa mayoría del resto del territorio español, pero es que todo lo que está sucediendo está provocando que dejen pasar muchos trenes que les podrían colocar en una mejor situación tanto a ellos, como al resto de España, si es que se siguen considerando españoles en el futuro, lo cual está por ver. Ha peligrado la celebración de congresos importantes en Barcelona, se han deslocalizado muchas empresas de Cataluña que se han refugiado en lugares con menor incertidumbre y menor presión fiscal. Y, muy preocupante también, se ha perdido la oportunidad, con el Brexit en curso, de que Barcelona pudiera ser sede de organismos europeos importantes emigrados del Reino Unido y que, finalmente, se han ido a otros lugares donde el virus del nacionalismo no tenía ningún efecto. El dinero quiere tranquilidad y certezas. Pues así estamos. Recién llegados de vacaciones, los que las hemos pasado en agosto, con la tristeza de comprobar que una bellísima ciudad se va llenando de peligros que la hacen menos amigable y con una caterva de políticos que, por supuesto, han pasado sus vacaciones a nuestra costa, pero no tienen ni idea de la responsabilidad que tienen entre manos. Solo tienen una única y exclusiva preocupación: ellos mismos. La señora Colau también porque, al igual que la alcaldesa de Gijón, lo primero que hizo al asumir su cargo, en este nuevo mandato, es subirse el sueldo por su extraordinaria dedicación. Con un plan urbanístico barcelonés tumbado por la justicia y con una ciudad perdiendo oportunidades y empresas cada día, y creciendo en crímenes, en esa tesitura, doña Ada considera que se merece una subida de sueldo. Anodada me tiene doña Ada. No es la única que lo hace, lo cual, evidentemente, no es ningún consuelo. Ni para el ciudadano barcelonés, ni para el resto de ciudadanos españoles porque ellos, mientras no se demuestre lo contrario, es lo que son ¿verdad? ¿Son españoles, no? ¿O acaso tienen problemas de identidad? Lorenzo Silva considera que Barcelona y Cataluña se merecen algo mejor y yo digo que claro que lo merecen. ¿Serán capaces de verlo y elegir algo mejor algún día? En primer lugar, mejor para ellos. Por ellos mismos. No por el resto de los españoles, sino por ellos mismos. Y mismas.