Leo este poema de María Zambrano y me doy cuenta de lo triste que es. Si en realidad te pasa eso con alguien, es que no era tu gran amor. Sin ser algo comparable, porque es otro tipo de amor, ¿podría pasar esto con un hijo?. Jamás. Nadie olvida a un hijo jamás. Tampoco nadie olvida a un gran amor si ese es su gran amor. Al margen de que sea o no correspondido. Y es que esa es precisamente una de las grandezas del amor, que es un sentimiento muy libre. Nadie puede decir que es amigo de quien no le considera su amigo, pero el amor, es otra cosa.
Es un sentimiento del que nunca te arrepientes. Que nunca consideras un error.
Al menos yo, con el tiempo, de las decisiones que he tomado en la vida, de algunas me he arrepentido porque el tiempo me ha demostrado que fueron un error, pero en el momento que las tomo, siempre estoy pensando que hago lo correcto. Si hago o digo algo pienso que es lo correcto; lo que debo hacer exactamente en ese momento. Que no hacerlo o no decirlo sería imperdonable, aunque luego el tiempo me demuestre que estuve equivocada. Al menos, ser dueños de nuestros errores. La frase es de Rosevinge y es muy buena.
María Zambrano
Poesía 2018
Editorial Isla de Siltolá.
