domingo, 14 de julio de 2019

Susana O. ya casi no compra ropa

El día que me di cuenta que en el enorme vestidor de una casa de 300 metros cuadrados no me cabía toda la ropa que tengo, le declaré la guerra a la ropa. Apenas compro ropa nueva desde hace mucho tiempo. He comprado recientemente un vestido de un color muy poco frecuente en mi armario. Es la última compra que recuerdo. No lo necesito. Apenas sudo, no tengo vello. No necesito lavar la ropa porque no me mancho al comer. Me dura muchísimos años. ¿Por qué gastar dinero en ropa? Mi madre me ha regalado un montón este verano, de la que no se va a poner. Es demasiado sexy para mi estilo pero me divierte tenerla y heredarla. 

Definitivamente NO ES ECOLÓGICO. 
Si, hay una guerra en la que estoy y es no comprar ropa. La mínima, mínima posible. 

Interesante reportaje: 

https://www.mujerhoy.com/moda/no-te-pierdas/201906/29/fast-fashion-contaminacion-medio-ambiente-rev-20190628093929.html

La huella ecológica de la fast fashion: cómo conseguir que la moda sea responsable

Ha llegado el momento de replantear las dimensiones espaciales y éticas de los armarios. ¿Tiene sentido que compremos un 400% más de ropa que hace 20 años? ¿A qué esperas para iniciar la senda hacia la slow fashion? En los consumidores está la clave para que la industria de la moda siga cambiando.