Como ovetense y
aficionada a la poesía, no puedo decir otra cosa que esto es muy triste. Es
historia conocida para todos nosotros los carbayones, pero este artículo en EL
COMERCIO de este verano lo resume muy bien. Mujeres aprovechadas de los hombres en la historia ha
habido muchas. Muchísimas. La dependencia de la mujer también podría llevar a
ello, pero los tiempos han cambiado. De ahí, la igualdad indiscutible de la que
disfrutamos las mujeres en el siglo XXI, al menos en el primer mundo.
Será porque en
mi casa me educaron en la absoluta emancipación económica de los hombres que no
me entra en la cabeza que existan mujeres con este tipo de comportamientos.
¿Eso es amar a un
hombre? ¿Eso es respetar la memoria de un poeta de su talla, con todo este
follón? Hay algo que esta señora no podrá cambiar nunca, haga lo que haga. Que
él era ovetense. Y fue un grandísimo poeta. Lo respetamos y lo admiramos.
Está enfrentada
con mi Universidad, con la directora de la Cátedra en la Universidad de Oviedo,
está enfrentada con personas destacadas de la literatura de este país, está
enfrentada con el Ayuntamiento de Oviedo… ¿Pero quién es ella para prohibir al
Ayuntamiento ovetense un premio en nombre de este grandísimo poeta?
Un episodio como
el de Cela, más o menos, solo que además había heredero legítimo.
En fin. Todo muy triste.
Dudo que si Ángel González levantase la cabeza, estuviese feliz con lo que está sucediendo. De lo único de lo que se debería hablar es de su obra y su talento. Podría guardarse su afán de protagonismo la señora en cuestión. Además, todo es muy visible en este mundo digital. Lo que llegados a cierta edad podemos hacer cada uno/a, es muy obvio. La aprovechada, ya sea a nivel económico o intelectual, siempre queda retratada y, precisamente, sale poco favorecida en la foto por su actitud para con él.
https://www.elcomercio.es/culturas/legado-angel-gonzalez-20220814001207-ntvo.html
El legado de Ángel
González se queda en América
La viuda del poeta, de cuya muerte se cumplen 15 años en enero, descarta
que pueda llegar a Oviedo mientras no haya un cambio en la dirección de la
Cátedra universitaria.
En enero del próximo año se cumplirán 15
años de la muerte de Ángel González, el gran poeta ovetense cuyos versos siguen
hoy muy vivos, y dentro de dos años, en 2025, se celebrará el centenario de su
nacimiento. Se acercan dos fechas redondas que solo sirven para recordar que su
legado sigue en Nuevo México (EE UU) y la posibilidad de que pueda llegar a
Asturias se torna ya remotísima. Primero fracasó la fundación que presidía la
viuda del poeta, Susana Rivera, y que contaba con Luis García Montero, Antonio
Masip y Manuel Lombardero como patronos que acabaron dimitiendo, y ahora la que
fue su mujer asegura que no será factible que la Cátedra que creó la Univesidad
de Oviedo con el nombre del poeta pueda hacerse con algunos de sus manuscritos
y primeras ediciones, puesto que tampoco goza ya de su confianza.
Susana Rivera
acostumbraba a viajar todos los veranos a Asturias. Incluso después de la
muerte de Ángel González se dejaba ver y querer por Oviedo, donde aún conserva
amigos que conoció de su mano. Pero desde 2018 no ha retornado. Y ese año, la
fecha en el que se celebró un congreso sobre la figura del escritor auspiciado
por la Cátedra, parece haber marcado un punto de no retorno. A esa cita acudió
como invitado Luis García Montero, director ahora del Instituto Cervantes y
amigo durante años del poeta, convertido tiempo después de su muerte en el gran
enemigo de Susana Rivera.
Ese
enfrentamiento, otros más y una serie de desencuentros respecto a cómo debía
funcionar la fundación, provocó que esta, que se llegó a constituir con el
nombre del poeta y que contaba incluso con el respaldo del Principado de
Asturias, se quedara en vía muerta. Es decir, no tiene ningún tipo de
actividad, pero sigue existiendo o al menos no ha desaparecido oficialmente.
Susana Rivera,
heredera universal del poeta, es quien tiene el mando sobre el legado de Ángel
González y es ella quien conserva en Nuevo México, donde se conocieron y
vivieron, los documentos sobre el poeta que podrían tener interés académico y
que siempre se ha pretendido que viajen a Asturias para guardarse aquí.
Pero la fundación
no parece factible que pueda recuperarse en el futuro y la Universidad de
Oviedo parece tener también cerrada la puerta, puesto que Susana Rivera así lo
desea. «No ha habido ningún avance para que el legado de Ángel llegue a
Asturias, más bien todo lo contrario. Mi última esperanza, que fue la Cátedra,
también se ha venido abajo», asegura Rivera, que cuestiona a su directora,
Araceli Iravedra. «Haberla autorizado con esa dirección ha sido el error más
grande de mi vida», afirma. La relación de Montero con la Cátedra es la razón
de su enfado. «Si hubieran mantenido la Cátedra de Ángel limpia podían haber
tenido sus cosas. Ahora solo volveré a considerar a Asturias como destinataria
de su legado si se reconduce la Cátedra para quedar libre del máximo traidor de
Ángel, y si se divulga ampliamente lo que verdaderamente ocurrió con la
fundación», afirma la viuda.
No niega que ahora
mismo su apuesta es alguna universidad americana. Bien podría ser la de Nuevo
México, en la que ambos impartieron clases. «Hay universidades aquí, como la de
Texas, que se especializan en coleccionar legados de escritores», señala Susana
Rivera a este periódico desde EE UU.
Su malestar con
García Montero, y también con Joaquín Sabina, se ha manifestado públicamente en
numerosísimas ocasiones sin posibilidad de entendimiento. Pero es que además
Rivera incluso no permitió que el Ayuntamiento de Oviedo recuperara un premio
de poesía con su nombre por miedo a que el concurso pudiera estar también
próximo a las personas que ella considera traidores de Ángel González. «No
tengo ni la más mínima duda de que si llegara a existir un premio Ángel
González acabará en sus manos», le dijo Rivera a Roberto Sánchez Samos, Rivi,
en la carta en la que rechazó la creación del galardón literario.
No hay
colaboraciones posibles mientras no se cumplan una serie de condiciones que
ella exige y que se antojan bastante complicadas por no decir imposibles. Para
empezar, reclama unas disculpas que nadie está por la labor de pedir. Exige,
asimismo, una marcha atrás de la fundación para recuperar el dinero aportado y
el control sobre un piso en Madrid.
Desde que el 12 de
enero de 2008 Ángel González falleciera comenzó un proceso para crear la citada
fundación que acabó naufragando de manera estrepitosa y con acusaciones
malhumoradas, vehementes y nada elegantes. En 2010 llegaron las dimisiones que
todo lo pararon, incluida la llegada a Asturias de la biblioteca del librero y
bibliófilo Manuel Lombardero, amigo de Ángel desde la infancia, y que atesoraba
sobresalientes ediciones para conocer la poesía española. Y en el mismo
estancamiento se acerca el aniversario de su adiós y está también más cerca el
6 de septiembre de 2025, cuando el autor de 'Áspero mundo' soplaría las cien
velas. El Premio Princesa de las Letras, el ganador del Reina Sofía de Poesía,
el poeta de la generación de los 50, el hombre afable y amable que hilaba
palabras metiéndose a fondo en la emoción y la belleza sigue siendo triste
protagonista de una nada poética historia literaria.