lunes, 5 de septiembre de 2022

Costa Brava

Me hubiese gustado pasar las vacaciones de verano en Mallorca, donde vive uno de mis hermanos pero, haciendo bueno y verdad lo que cuento en mi artículo dominical de 28 de agosto, nos fuimos a la Costa Brava, donde le apetecía a mi esposo. La peinamos de arriba a abajo. Me gustaron especialmente Cadaqués y Tossa de Mar, aunque hay muchos rincones estupendos. No es la Costa Azul francesa, evidentemente, pero merece la pena conocerla y visitarla, al menos, una vez en la vida. 

Adéu, Costa Brava. 



Tossa de Mar 




Los largos que me he hecho yo en la playa de Blanes este verano....Incontables. En el Mediterráneo se puede nadar muy bien. 
Solo tiene dos problemas para mi gusto: el agua está muy salada y muy caliente. El Cantábrico será mar, pero menos salado. No hay contrastes en tierra-mar mediterráneos. Todo igual. Calor fuera y dentro y este fue un verano especialmente caluroso. Prefiero los contrastes y las emociones intensas. En el mar y en la vida. Dudo de que los bañistas de aquí sean capaces de meter el pie en las playas de la isla de Ons, por ejemplo. Mi lugar favorito de los que he nadado. 

Esa peña de Blanes recibió muchas visitas mías a nado este verano. 




                                           Gerona no es la costa, pero también la visitamos. 



 Cadaqués. Bello lugar. 




Un gentleman en Cadaqués



                                                                               Roses 



Suzanne Vega en Begur y yo también. 
Muy bello. Residencias impresionantes. Ricos de casa...


            
 Family love en S´Agaró.  
 Maravilloso lugar.