lunes, 12 de marzo de 2018

Simeone y ¿la masculinidad?

Oí hace unos días a una presentadora de televisión un comentario en el que ponderaba a Simeone por su "masculinidad". Me quedé a cuadros; la verdad es que no sigo nada el fútbol y, con todo y con eso, sabía que este señor es entrenador de un equipo. Basta con escucharlo aquí, por ejemplo, para entender lo lejos que está, por su manera de expresarse, de lo que yo puedo interpretar como masculinidad. 

http://www.mundodeportivo.com/futbol/atletico-madrid/20180128/44369963048/simeone-dice-este-ano-acabara-siendo-mejor-entrenador.html

Ciertamente si se le compara en este aspecto verbal con algunos de los futbolistas, no de su equipo sino en general, se le podría tachar incluso de "dechado de sabiduría" pero, sinceramente, anda un poco justo. No quiero decir con ello que todos los futbolistas sean iletrados porque hay honrosas excepciones. No obstante, es un colectivo que no me paro a observar en absoluto. 

Si nos vamos a aspectos más superficiales, como el físico, por ejemplo, pues dependerá de los gustos de cada una, pero yo creo que Simeone es la prueba empírica de la procedencia de la especie humana, ¿verdad?




Tampoco este señor es para mí un ejemplo de masculinidad en su presencia, tal y como yo la entiendo, al margen de sus severas carencias intelectuales. 




Masculinidad para mí es, en primer lugar, inteligencia, seguido de cultura, clase, saber estar, sentido del humor y si además, todo ello va acompañado de unas hechuras masculinas que ponen de manifiesto que no pasa dos horas cada día delante del espejo porque tiene muchas otras cosas más importantes de las que ocuparse, respirando heterosexualidad indubitable por todos los poros de la piel, mejor que mejor. Y ya puesta a pedir, si tiene una preciosa mandíbula masculina y varonil, pues mucho mejor. Pero vamos, esto último, tampoco es estrictamente necesario. Es miel sobre hojuelas, que no está al alcance de todos, claro está.