Ayer tuvo lugar un nuevo concierto de la Sociedad Filarmónica de Gijón, de la que soy miembro (no miembra :-). El protagonista, el Cuarteto de Cuerda Brentano.
Desde su origen en 1992, el Cuarteto de Cuerda Brentano se ha distinguido por su brillantez técnica, su conocimiento musical y su elegancia estilística. En el periodo de un año, el Cuarteto Brentano se labró la distinción de ser nominado a tres grandes premios, ganando el primer premio Cleveland Quartet, el 1995 Naumburg Chamber Music Award y el Décimo Premio Anual Martin E. Segal. En su primera aparición en el Wigmore Hall, fue galardonado con el Royal Philharmonic Society Music Award por el debut más espectacular de 1997. En 1999 se convirtió en el primer cuarteto residente en la Universidad de Princeton, y sirvió como cuarteto residente en la Universidad de Nueva York desde 1995. Ese mismo año fueron elegidos por la Chamber Music Society del Lincoln Center para participar en la temporada inaugural de la Chamber Music Society Two. El Cuarteto actúa extensamente, tanto en Norteamérica, donde residen todos sus miembros, como en otros escenarios de Europa, Japón y Australia y festivales internacionales. Disfrutando de una especial y estrecha relación con Mitsuko Uchida, aparecen regularmente con ella en Estados Unidos, Europa y Japón. Entre otros de los prestigiosos artistas con los que han trabajado se incluye Jessye Norman, Joyce DiDonato o Richard Goode. En temporadas pasadas han aparecido con gran éxito, entre otros, en el Carnegie Hall, Wigmore Hall, Barbican Centre de Londres, Concertgebouw en Amsterdam, Konzerthaus en Viena y Berlín, Stuttgart Liederhalle, Suntory Hall en Tokio o Sydney Opera House. Su eclecticismo y deseo de ir más allá de las fronteras de los clásicos repertorios de cuarteto de cuerda, les ha conducido a interpretar tanto renacentistas como primitivas piezas de música como madrigales de Monteverdi. En el campo contemporáneo, Brentano colabora regularmente con compositores coetáneos como Elliot Carter y György Kurtág, e interpretan trabajos por encargo de Milton Babbitt, Chou Wen-Chung o Charles Wuorinen. Han trabajado también con el poeta y ganador del premio Pulitzer Mark Strand, encargándole poesía para acompañar trabajos de Haydn y Webern. El Brentano tocó en la película El último concierto, dirigida por Yaron Zilberman que fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Desde 2014, es el cuarteto residente en la Yale School of Music, sucediendo al Cuarteto de Cuerda de Tokio. El Cuarteto debe su nombre a Antoine Brentano, a quien muchos investigadores consideran la «Amada Inmortal» de Beethoven, la intencionada destinataria de su famosa Confesión de amor.
Grandes cuartetos de cuerda I
Joseph Haydn (1732-1809)
Cuarteto en Si menor Op. 64, nº 2 (25´) Allegro spirituoso Adagio ma non troppo Menuetto: Allegretto Finale: Presto
Dimitri Shostakóvich (1906-1975)
Cuarteto nº 12 en Re bemol mayor, Op. 133 (28´)
Moderato
Allegretto-Adagio-Moderato-Allegretto
PAUSA
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Cuarteto en Do menor Op. 18, nº 4 (23´)
Allegro, ma non tanto
Andante scherzoso, quasi Allegretto
Menuetto: Allegretto - Trío
Allegro - Prestissimo
Crónica de Ramón Avello en EL COMERCIO:
http://www.elcomercio.es/gijon/formacion-cine-20180315000914-ntvo.html
