Este artículo fue publicado en TRIBUNA de
EL COMERCIO el 21/10/2022
https://www.elcomercio.es/opinion/mentora-avanzada-tiempo-20221021000612-ntvo.html
Una mentora avanzada a su tiempo
Ana Isabel Fernández tuvo muy pronto clara la gran importancia de la investigación en el ámbito universitario y la necesidad de transferir los conocimientos al resto de la sociedad.
Escribir un perfil sobre la doctora Ana
Isabel Fernández pasa, en primer lugar, por destacar su brillante trayectoria
profesional. En esta faceta, su gran capacidad de trabajo le ha permitido no
solo tener una brillante carrera dentro de la Universidad, en todos los ámbitos
que puede tener un académico -cátedra universitaria en Economía Financiera,
decana de la Facultad de Ciencias Económicas, vicerrectora de Postgrado y
Títulos Propios, vicerrectora de Investigación, secretaria del Consejo Social,
rectora de CUNEF Universidad (Colegio Universitario de Estudios Financieros)-,
sino que ha sabido, es más, ha podido, por su gran valía, simultanearlo con la
apertura profesional externa a la Universidad, en cargos como directora de la
Fundación Banco Herrero, miembro del Consejo de administración de BME, miembro
del Consejo de Administración de MAPFRE, consejera de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV) y Miembro ('Alternate') del Consejo de la Autoridad
Europea de Valores (ESMA). Todo ello es reflejo de que se trata de una
académica muy especial, en la medida en que siempre ha sabido que hay un mundo
fuera de la 'torre de marfil' en la que, tal vez, hay algunos universitarios
que vivan encerrados, ajenos a él. Desde luego, no es el caso de Ana Isabel Fernández.
Ella ha sido capaz de ser una gran docente y publicar con brillantez en
prestigiosas revistas académicas internacionales, en sus principales líneas de
investigación (Finanzas Corporativas, Gobierno Corporativo, Banca y Regulación
Financiera) y tener reconocidos seis sexenios de investigación.
Simultáneamente, ha desarrollado labores profesionales en organismos de
prestigio en el ámbito económico y financiero. Es una labor que se conoce como
transferencia de conocimiento, esto es, trasladar su saber académico y el fruto
de su investigación a los organismos externos a la Universidad en que
desarrolla su labor. Por consiguiente, reúne talento, capacidad de trabajo y
dotes especiales para la gestión, de los que se beneficiará la Fundación
Princesa de Asturias.
En segundo lugar,
para mí, hay algo aún más importante y que conozco por ser la persona que
escribió una de esas doce tesis doctorales que dirigió. Ana Isabel Fernández es
una persona adelantada en su pensamiento sobre la trayectoria universitaria,
porque gracias a haber trabajado en universidades extranjeras desde muy
temprano, como la New York University (Stern), tuvo muy clara la importancia de
desarrollar buena investigación en la Universidad y simultanearlo con la mejor
docencia posible. Eso es algo que supo transmitir, desde el principio, a
quienes formamos parte del grupo de Economía Financiera de la Universidad de
Oviedo y por lo que siempre le estaremos agradecidos. Hoy en día es impensable
que alguien en la Universidad no se lo plantee como una labor implícita a
nuestro cargo, porque existen organismos que lo requieren para validar la
promoción académica, pero no siempre ha sido así. En este sentido, en Finanzas,
hemos jugado con la ventaja de tener una mentora avanzada a su tiempo, que supo
marcar muy bien el camino y representar un referente para quienes hemos estado
en sus clases, bajo su dirección doctoral o somos sus coautores. Además, es
algo muy positivo trabajar con alguien que intenta sacar lo mejor que puedas
dar y, a la vez, es comprensiva y entender a las personas, lo que pone de
manifiesto su valía humana.
En el anuncio de
su elección se menciona el hecho de ser la primera mujer presidenta de la
Fundación Princesa. Tampoco eso es una novedad para ella porque, en su carrera
académica, en el área de conocimiento de economía financiera, muy masculina
durante mucho tiempo, en los consejos de administración, en muchas ocasiones,
se ha encontrado en la situación de ser la única mujer en un lugar, en una
reunión o en una comisión. Y ha estado ahí no por ser mujer, sino porque su
brillante trayectoria curricular la avalaba para ello. Esa es, exactamente, la
razón por la que ahora accede a este cargo: porque lo merece. Enhorabuena a Ana
Isabel Fernández y enhorabuena a la Fundación Princesa de Asturias por una
elección tan acertada.