Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL de
EL COMERCIO el 09/10/2022
En mis dos anteriores entregas sobre la situación de la parroquia de Jove (11 y 25/09/2022 en EL COMERCIO), he hablado del gravísimo problema de contaminación que padece este lugar y del tráfico pesado en la zona, por carecer de vial al puerto del Musel. Por si fuera poco, el ayuntamiento lo considera la cenicienta de todos los barrios, dadas las graves carencias en servicios básicos. ¿Por qué? Lo ignoro. Billy Wilder decía que “uno es tan bueno como lo mejor que haya hecho en la vida”. ¿Qué es lo mejor que se ha hecho desde la alcaldía gijonesa? Me imagino a la alcaldesa con “La sonrisa de la Gioconda”, primer capítulo de la novela “Laberintos mortales”, del genial Aldous Huxley. Una sonrisa de satisfacción desde su atalaya. La realidad es que a perro flaco todo son pulgas. Enumeremos carencias, por si a alguna persona, de las varias que se postulan para la alcaldía y están calentando motores para ello, les interesan.
La primera es la falta de limpieza. Jove no tiene brigada de limpieza
permanente. Simplemente se realizan tareas de baldeo en la zona del colegio y
hasta la iglesia. El resto del lugar parece que no está en el plano de Gijón
para el consistorio. De hecho, desde la activa asociación de vecinos de esta
parroquia, se les comentó a los responsables municipales que con el dinero que
se gastan en limpieza de zona centro y algún otro barrio en domingos y
festivos, se podría tener una brigada mixta que limpie y desbroce durante todo
el año, de lunes a viernes y, aun así, sobraría dinero para la zona centro, en
fines de semana, con menos personal. La segunda carencia es la seguridad. No
hay vigilancia, prácticamente. Los problemas de vandalismo son recurrentes y se
ha solicitado, sin éxito, más presencia policial en la zona, así como la
implantación de una patrulla de barrio y vigilancia. En el entorno del edificio
de la asociación se producen con frecuencia botellones, pintadas, rotura de
cristales, etc., especialmente en fines de semana. La tercera carencia es el
alumbrado. En Jove el alumbrado es muy pobre, con los riesgos que ello trae
consigo al caminar de noche. En el parque del Lauredal, en concreto, el
alumbrado es mínimo, por lo que la gente no se atreve a caminar por él al
anochecer. La cuarta es la falta de atención ante un problema grave desde hace
año y medio aproximadamente, con la depuradora de Aboño, que tiene alterados a
vecinos y hosteleros de la Campa de Torres, ya que emite, con cierta asiduidad,
unos olores insoportables que, en determinados momentos puntuales como sábados,
domingos y festivos, a las horas de comida o cena, afectan negativamente a los
negocios hosteleros. La quinta tiene que ver con los problemas relativos a la
movilidad. Con referencia al plan de movilidad del ayuntamiento para el periodo
2021-2030, que afecta a todos los barrios de Gijón, “milagrosamente” queda
excluida la parroquia de Jove. Es preciso ampliar las líneas de autobús: se
tendrían que incluir microbuses para que los vecinos de zonas altas no tengan
que utilizar su coche. Cuando se aborda un plan de este tipo, como el propuesto
por el concejal Aurelio Martín, sería bueno y hasta lógico que los técnicos
estudiasen la zona y consultasen las necesidades vecinales, si quieren contar
con su beneplácito. Sin embargo, las decisiones se toman de manera casi
dictatorial. Muestra de ello es lo realizado en las calles Brasil y Gran
Capitán, con el carril bus, que tiene descontentos a vecinos y comerciantes. De
hecho, algunos que inicialmente se mostraron favorables, se percataron
posteriormente de lo perjudicial de dicho carril, por la reducción de ventas,
dado que es imposible desplazarse en coche y aparcar en la zona. Se ponen más carriles
bici y de autobús, se resta aparcamiento público para ponerlo de pago… ¿Tiene
sentido para el sufrido bolsillo del ciudadano? La sexta carencia es relativa a
zonas abandonadas. Hay un sendero hormigonado que baja desde el “Camín de la
Mina” de Los Areneros hasta la “Fuente de la Parra”, que recoge el agua de
lluvia de prados limítrofes. El agua se fue filtrando por debajo del hormigón
hasta provocar una rotura del camino y posterior argayo. Se puso en
conocimiento del ayuntamiento, se personaron allí y precintaron el camino para
impedir el paso de vecinos, ciclistas, etc…Posteriormente, se expuso la
situación en la comisión de obras del ayuntamiento para solicitar la reparación
y conveniente canalización del agua con el fin de evitar que se produjera de
nuevo y la respuesta fue aquello del “ghosting”. O de hacerse el sueco, o de
“no hay mayor desprecio que no dar aprecio”, algo que califica a quien lo
practica, no a quien supuestamente está siendo despreciado por la alcaldía
gijonesa que, en este tema que nos ocupa, es la parroquia de Jove. Podríamos
añadir la reducción en las siegas, la ubicación de una empresa de la que se
sospecha pueda almacenar residuos tóxicos cerca de viviendas y un largo
etcétera. Todas reclamaciones legítimas de personas que pagan sus impuestos y
que tienen derecho a ello y, además, sin costes excesivos. En cambio, se habla
de dedicar 300 millones al plan del Molinón. Es el presupuesto total del
próximo año para Oviedo y aquí se quiere destinar al estadio de fútbol y sus alrededores.
Como diría la aristócrata Tamara Falcó: “¿Estamos locos, o qué?”.
ARTÍCULO DESTACADO en Selección de prensa de la Universidad de Oviedo.