En esta etiqueta se recogen los artículos publicados desde 2009 hasta 2016, fecha de inicio de este blog en el que comencé a ubicar mis artículos periodísticos en la web. Los previos nacieron precisamente el 19 de diciembre de 2009, fecha de inicio de mi colaboración con EL COMERCIO, decano de la prensa asturiana.
Este artículo fue publicado en SECCIÓN de ECONOMÍA
de EL COMERCIO el 22/11/2015
Elvira
Lindo es una escritora mediocre casada con un grandísimo escritor. Y no me voy
a referir a ella sino a Elvira Rodríguez, a la que yo llamo a veces, Elvira “de
lo lindo”, por las lindezas que nos suelta, de vez cuando, desde su atalaya de
cargo supremo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta
señora, a pesar de su sobrepeso, que no tiene nada que ver con su cargo pero
así es, no es un peso pesado en Economía Financiera, que es lo que se debería
esperar de alguien que ostenta un cargo de semejante envergadura en el ámbito
financiero de nuestro país. Empezando porque ni siquiera habla inglés
decentemente, lo que hace imposible que sea una interlocutora válida en foros
internacionales en los que un organismo como la CNMV tiene que estar representado, carece de la formación y
capacidad suficiente para semejante cargo. Un ejemplo más de cómo este empeño
de “empoderamiento” de la mujer, incluidas de las que no valen para el cargo
que se les otorga, tiene consecuencias perniciosas para todos.
No voy a culpar a Elvira “de lo lindo” de lo sucedido con Abengoa. Tampoco de que la cúpula de una institución del sistema financiero de nuestro país dependa del poder político. Eso, tampoco. Es la normativa que sufrimos. Si queremos independencia y calidad en las instituciones, tanto financieras, como jurídicas o de cualquier otra índole, lo primero que debemos lograr es legislación que las haga independientes del poder político y no rehenes del mismo.
La
función de la CNMV es velar por la transparencia del mercado y garantizar que
la información relevante para los inversores está disponible en todo momento.
Esperar a la ruptura del acuerdo que Abengoa mantenía con Gestamp para adquirir
el 28% de la firma de renovables y a que la empresa haya pedido el preconcurso
de acreedores es, para mí, esperar demasiado para mostrar a los inversores, a
los que están al día de lo que sucede en el mundo financiero y a los que no, a
decir la verdad sobre los activos que se negocian en el mercado bursátil,
incluso en el Ibex 35.
No
olvidemos que cuando buscamos inversores en los mercados financieros les
estamos pidiendo que arriesguen su dinero y, por consiguiente, lo menos que se
puede hacer desde organismos como la CNMV es garantizar que toda la información
relevante está a disposición de los mismos, en tiempo y forma. Realmente será
un gravísimo problema si esta empresa termina en quiebra. Las consecuencias
laborales serían desastrosas. Evitarlo por todos los medios es vital en este
momento.
Ahora
bien, intentar ocultarlo o demorar el momento de toma de decisiones desde altas
instituciones es para mí un grave error. A la cabeza de estos organismos han de
estar grandes gestores con profundos conocimientos del sistema, que se
mantengan independientes del poder político, incluso si han sido designados por
el mismo, y que hablen cuando toca. Y no a destiempo. El dinero se mueve rápido
y aquí, el tiempo es oro, o mejor dicho, liquidez.