lunes, 4 de julio de 2022

PRUDENCIA FINANCIERA

 En esta etiqueta se recogen los artículos publicados desde 2009 hasta 2016, fecha de inicio de este blog en el que comencé a ubicar mis artículos periodísticos en la web. Los previos nacieron precisamente el 19 de diciembre de 2009, fecha de inicio de mi colaboración con EL COMERCIO, decano de la prensa asturiana. 


Este artículo fue publicado en Tribuna 

de EL COMERCIO el 24/02/2016


La humildad y la total sinceridad no son cualidades que abunden entre las altas esferas de los analistas financieros. En cambio yo, nunca he contemplado otra cosa para mi trabajo que la veracidad, la exactitud y la transparencia total, incluso cuando era tan sólo una joven becaria de investigación y sobre mi cabeza planeaban incertidumbres casi tan grandes como las que afrontan ahora los mercados financieros.




¿Qué está sucediendo en los mercados bursátiles estos días? Cuando se esperaba a finales del pasado año que los indicadores de recuperación de la economía española trajeran alegrías a los mercados, que se animaran más compañías a salir al parqué – de hecho, hay un listado de empresas con serios planes de ello – se genera esta situación de caída libre en el selectivo Ibex 35. La incertidumbre política española tampoco ayuda y parece imposible que en un escenario de tan bajos precios del petróleo en un país tan dependiente del mismo como España, no esté dando ninguna satisfacción; más bien al contrario. ¿Inexplicable situación? Por aquello de que mal de muchos pudiera consolarnos, las cinco principales bolsas europeas han perdido un 15,7% de su valor en mes y medio. Se señalan como razones, en primer lugar, las petroleras y energéticas, como consecuencia de la caída del 75% en el precio del barril de crudo desde mediados de 2014, y los grandes bancos que en 30 sesiones han perdido en torno a 170.000 euros de capitalización, que se dice pronto. Esto no sólo afecta a la eurozona. Existen indicadores muy negativos en una economía tan poderosa desde el punto de vista bursátil como la británica. Londres cae un 8,57% desde el inicio del año. Especialmente difícil es la situación para la banca que puede ver complicado su futuro con un escenario de tipos de interés muy rebajados y, en el caso de la banca española, tan expuesta a Latioamérica, una zona que se ve ahora con serios problemas dado que tiene una fuerte vinculación con China como fuente de materias primas para esta economía, cuyo crecimiento se encuentra amenazado. Al margen de la volatilidad de los mercados por la situación económica global, cuyas perspectivas se ven lastradas por la desaceleración de la economía china y de las economías emergentes, así como por la caída de precios del petróleo, los bancos europeos deben afrontar un difícil año por las nuevas exigencias de la regulación para aumentar su capital. Se habla, por otro lado, de una sobrereacción de los mercados a una situación de incertidumbre, ante el temor de una nueva crisis bancaria. La dificultad de hacer predicciones se hace evidente, por lo que algunos analistas salen por la tangente. Llevamos unos días con un ligero alivio. Mi opinión es que es preciso llamar a la calma. Señalaba en su artículo de EL COMERCIO (21/02/16) el economista Juan Carlos Álvarez que los mercados financieros suelen equivocarse más bien poco. Yo llevo 21 años dedicándome al estudio específico del funcionamiento de los mercados bursátiles, a la investigación de las variables que determinan sus movimientos y al análisis de su eficiencia en la valoración y lo que digo es que las predicciones de los mercados a veces fallan. Y en algunas circunstancias pueden ayudar a que esas mismas previsiones se conviertan en realidad. El temor a una recesión puede así convertirse en una profecía auto-cumplida y, aunque efectivamente existen indicadores que pueden hacer pensar en una nueva recesión, tampoco hay que empujar para ello desde la economía financiera. Toda llamada a la prudencia financiera es lo más sensato y lo mejor para todos: para los inversores que se están jugando su dinero y para las empresas que necesitan de su financiación.