España le dio la oportunidad a Pedro Sánchez. Él ha pactado con quien ha pactado y la situación es la que es. Le toca banquillo o, como mínimo, un tiempo de reflexión, me temo yo.
Entrevista a Alberto Núñez Feijóo
«El PP es ahora más que nunca un partido de Estado, pero Sánchez es rehén
de ERC y Bildu»
Pide al Gobierno que devuelva a las clases medias y
bajas «parte de los 15.500 millones de más que ha recaudado este año con la
inflación»
ADOLFO LORENTE | OLATZ BARRIUSO
Su receta para intentar presidir la España tiene tres ejes: economía,
economía y economía. Alberto Núñez Feijóo (Ourense, 1961) remueve con paciencia
las brasas de la delicada situación económica porque es muy consciente de que
la inflación, el bolsillo de los ciudadanos, puede achicharrar al Gobierno. Se
trata de ofrecer «pactos de Estado» y esperar. Ya ocurrió hace una década,
cuando la Gran Recesión llevó a Moncloa a Mariano Rajoy. «Si la UE manda parar
y condiciona el desembolso de los fondos o el BCE tiene una política similar a
EE UU en la subida de tipos, Sánchez, con la deuda que tiene España, no podría
permanecer mucho tiempo en el Gobierno», advierte.
–¿Reconoce a Pedro Sánchez el éxito como anfitrión de la
OTAN?
–La imagen de España y su
proyección exterior ha quedado muy reforzada. Pero, así como digo esto, es
honesto recordar que la cumbre se cerró durante el mandato de Mariano Rajoy.
–La resaca de la OTAN deja un nuevo enfrentamiento dentro del
Gobierno de coalición por el gasto militar. ¿El PP salvará al presidente si
Podemos rechaza apoyar este compromiso?
–Es terrible que nos
hayamos acostumbrado a una situación que no es homologable a ningún otro país
de Europa, con medio Gobierno haciendo oposición a la otra mitad y un
enfrentamiento continuo. Ofrecimos al Gobierno un pacto por la OTAN y no
tenemos ni acuse de recibo. Esperemos que el Gobierno nos traslade una
propuesta unánime y avalada por todo el Gobierno, otra cosa sería muy difícil
de explicar. Veremos en qué consiste el acuerdo y desde luego lo que va a guiar
la posición del PP no es salvar al Gobierno, sino salvar a España y a los
españoles.
–¿El posible apoyo del PP al acuerdo con EE UU para Rota
puede abrir el camino a más pactos de Estado con el PSOE?
–Pedimos coherencia del
Gobierno, y que la totalidad del Gobierno nos traslade una propuesta coherente.
El PP siempre ha sido un partido de Estado y ahora, más que nunca, lo será. En
los pactos de Estado el PP siempre está. Y en los consensos, siempre que sean
honestos y que sean fruto del diálogo, con el PP se puede contar.
–Entonces, ¿apoyarán la convalidación del segundo decreto
anticrisis para hacer frente a las consecuencias de la guerra, dado que el
Gobierno ha incluido varias propuestas del PP?
–Es verdad que ha copiado
un par de cosas, pero siguen sin querer devolver a los ciudadanos lo que están
pagando con el incremento exponencial de la recaudación debido a la inflación.
A 30 de mayo, el Gobierno ha ingresado 15.500 millones más que en los cinco
primeros meses de 2021. Hay que devolver a las familias que ganan menos de
40.000 euros parte de ese dinero que han pagado de más. Pero tenemos la
sensación de que el Gobierno va a desoír cualquier tipo de diálogo con el PP
porque ya lo tiene pactado con Bildu y Esquerra.
–¿Eso es un no?
–Si el Gobierno nos
llama, nos escucha y quiere dialogar, hay más posibilidades de estar en una
esfera de colaboración. Pero no puedo ser optimista.
«Sánchez
no tiene el 100% de autonomía para decidir cuándo serán; dependerá de sus
socios y de Bruselas»
–Claro, pero es que
Sánchez es rehén de ERC porque gobierna con ellos en infinidad de ciudades en
Cataluña. Y Bildu es uno de los socios estratégicos del PSOE. Jamás tuvo tanto
poder en España como ahora, quizá porque el Gobierno quiere tensionar al PNV.
Yo no elijo los socios, Sánchez sí.
Margen de maniobra
–Por cierto, ¿usted también cree que Sánchez ha pactado con
Bildu «presos por Presupuestos»?
–Lo que ha hecho Sánchez
es apartarse de la política antiterrorista del PSOE y, por supuesto, del resto
de los partidos.
–La inflación está desbocada y no tiene visos de recular. Más
allá de decir que es muy grave, ¿qué haría usted para bajarla?
–El sector público debe
ser consciente de las dificultades del privado y, por lo tanto, hay que reducir
el gasto improductivo e innecesario. Hay que bajar el IVA de la luz y el gas al
mínimo, pedir a la UE una autorización para hacer una excepción temporal del
impuesto de hidrocarburos y, reitero, debemos devolver a las rentas medias y
bajas el esfuerzo de inflación que no pueden financiar.
–La política monetaria depende del BCE, el país tiene una
enorme dependencia energética exterior... Admitirá que gobierne Sánchez o
usted, el margen de maniobra es escaso.
–Hilar la inflación a la
guerra es empezar a adulterar el problema. En 2021, cerramos con el 6,7%. Antes
de empezar la guerra, en el periodo febrero de 2021-febrero de 2022, la
teníamos en el 7,8% y no había guerra. Este mes, en Alemania ha bajado y está a
pocos kilómetros del conflicto. Francia ha subido una décima y tiene la mitad
que España... Algo estamos haciendo mal.
–¿El qué?
–Un incremento
exponencial del gasto público y de la deuda pública, que la hemos aumentado el
doble que los países de la UE. Desde 2019 la hemos incrementado un 20% y la
media es un 10%. Hemos tenido 24 subidas de impuestos...
–¿España tiene margen para actualizar las pensiones con el
IPC?
–España tiene margen para
frenar la inflación. El único Gobierno que congeló las pensiones fue el del
PSOE. Y el PP, pese a la crisis y la situación en la que le dejaron España,
siempre subió las pensiones. Viendo cómo cerró 2021, la lucha de un Gobierno
sensato debía estar enfocada hacia el control de la inflación para adecuar las
pensiones a esa inflación. Si el Gobierno tiene una política económica
distinta, que lo diga y que nos diga cuál es el impacto en el gasto público y
en las pensiones. De momento, no lo sabemos.
¿Es el momento de acordar un gran pacto de rentas?
–Creo que sí. Sería bueno
atemperar el incremento de las rentas, pero el primero que debería dar ejemplo
es el primer empleador del país, que es el Gobierno, porque estamos viendo que
el empleo en el sector público está creciendo el doble que en el privado y eso
tiene consecuencias.
–¿El PP es «una terminal de intereses oscuros» en favor de
los «poderosos», como asegura el presidente del Gobierno?
–Lo veo con perplejidad,
pero conociendo la técnica escapista del señor Sánchez ya estoy acostumbrado a
este tipo de acusaciones. Por la mañana te insulta y por la tarde dice que no
quieres negociar. Hacemos propuestas y el Gobierno no da ni acuse de recibo.
Estamos acostumbrados a que desprecie a la oposición, nos dijo que
estorbábamos, pero a mí me da la sensación de que a los autónomos, a las pymes
y a los parados les estorba mucho más el Gobierno que la oposición.
–La histórica mayoría absoluta andaluza, las encuestas les
llevan en volandas... Pero Sánchez ya ha dicho que la legislatura llegará hasta
finales de 2023. ¿Este esprint de 18 meses se le puede hacer demasiado largo al
PP?
–No voy a hacer ningún
esprint, soy más de maratones. La carrera va a comenzar cuando al presidente le
interese, no cuando le interese a España. Soy consciente de que apenas llevo
cien días en el cargo y estoy satisfecho de cómo hemos cicatrizado la crisis
interna que sufrimos.
–¿La economía se llevará por delante al Gobierno de
coalición?
–No creo que el
presidente tenga el 100% de la autonomía para decidir cuándo serán las
elecciones. Dependerá, primero, de sus socios de gobierno. Segundo, de ERC y
Bildu. Y tercero, de Bruselas. Si la UE manda parar y condiciona el desembolso
de los fondos o el BCE tiene una política similar a EE UU en la subida de
tipos, Sánchez, con la deuda que tiene España, no podría permanecer mucho
tiempo en el Gobierno.
«Voy a
intentar no necesitar a nadie. Lo hicimos en Galicia y Andalucía. No es
soberbia, sino honestidad»
–No creo que a los
alcaldes y a los presidentes autonómicos del PSOE les hiciera mucha gracia,
pero si a Sánchez le conviene...
–Si necesita a Vox para ser presidente, ¿pactará con ellos?
–Voy a intentar no
necesitar a nadie para ser presidente, salvo a los españoles si quieren que el
PP sea la alternativa real de Gobierno. Lo hicimos en Galicia y funcionó. El
presidente de la Junta de Andalucía lo ha vuelto a hacer y funcionó. Y créanme
que no es una actitud soberbia, sino honesta.
'Controlar' las elecciones
–Marruecos. Imagine que es investido presidente. ¿Reconocerá
la nueva postura avalada por Pedro Sánchez en el Sáhara?
–Nadie conoce el acuerdo
porque no es público. Sánchez no tiene ningún apoyo en el Congreso, ni siquiera
de su Gobierno. No sé qué hemos firmado, pero tengo muy claro que Marruecos no
sólo es un país vecino, sino que es un país prioritario para España al que
nunca voy a engañar.
–¿Insinuar que el Gobierno quiere hacerse con el control del
INE, el CIS e Indra para 'controlar' las elecciones no es un discurso demasiado
peligroso?
–Que el Gobierno quiere
hacerse con el control del CIS, del CNI y de INE no es una opinión ni una
crítica, es una crónica. Es un hecho probado y cierto. Afortunadamente, la
legislación española tiene blindado su sistema electoral. Dicho esto, lo que es
evidente es que el cese del anterior presidente de Indra es político, el
nombramiento del actual es una segunda decisión política y lo que ha hecho el
Gobierno a través de la SEPI, en mi opinión, va en contra de las reglas de la
competencia.
–El descrédito de la Justicia, como denuncian los jueces, es
alarmante por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial. ¿Contempla la
posibilidad de dar un paso al frente y desbloquear la situación, aunque el PSOE
no acceda a sus demandas?
–El primer bloqueo es la
propuesta del PSOE de vaciar al CGPJ de todas sus competencias
constitucionales. Y el segundo, la atmósfera de desconfianza sobre la verdadera
intención del Gobierno al descolgarse con propuestas unilaterales. El Gobierno
tiene como objetivo que los españoles crean que el PP no quiere pactar nada,
pero ya no cuela.