martes, 16 de mayo de 2023

La mía converge a 0

Como decimos en matemáticas, si esto es así, habida cuenta de cómo soy y la vida que llevo, yo diría que mi probabilidad de esto converge asintóticamente a cero. Salvo, quizás, por una cuestión. Trabajaré en ello. El deporte habitual también me ayuda, claramente. 

https://www.elcomercio.es/vivir/salud/sabe-probabilidad-sufrir-infarto-20230509190122-ntrc.html

¿Sabe qué probabilidad tiene de sufrir un infarto?

Cardiólogos repasan los siete factores que debemos mantener a raya para rebajar nuestro riesgo cardiovascular


Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España por delante de patologías como el cáncer, con unos 120.000 fallecidos al año, prácticamente una de cada cuatro defunciones. La probabilidad de sufrir un infarto de miocardio, una angina de pecho o trastornos del ritmo cardiaco está relacionada con factores biológicos (edad, sexo, antecedentes familiares...), pero también con nuestros hábitos de vida (alimentación, actividad física, consumo de alcohol, tabaco...). «Los primeros no se pueden modificar. Sin embargo, podemos actuar contra los segundos y prevenir así hasta el 80% de las muertes prematuras por enfermedades del sistema circulatorio. Por eso es tan importante conocerlos y controlarlos», insisten en la Fundación Española del Corazón (FEC).

¿Es consciente de su riesgo cardiovascular? ¿Sabe qué factores debe mantener a raya para reducir las probabilidades de padecer una de estas patologías? Los expertos de la Sociedad Española del Corazón (SEC) explican los siete «parámetros cuantificables que modulan el riesgo de padecer eventos cardiovasculares».

Presión arterial

Mantener la presión arterial en los valores recomendados por los cardiólogos –rango igual o inferior a 120/80– es una «medida fundamental» para evitar el riesgo cardiovascular. «La hipertensión puede tener importantes consecuencias en el organismo: las arterias se endurecen para soportar la presión arterial alta, lo que a su vez puede dificultar el paso de la sangre y derivar en complicaciones graves como infarto de miocardio, hemorragia o trombosis cerebral. También aumenta el riesgo de arritmias, insuficiencia cardiaca...», alertan en la SEC. Además de con fármacos, otra manera de controlar que la tensión no se dispare es evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, llevar una alimentación saludable, practicar deporte y no tomar sal.

Colesterol

Uno de cada dos adultos tiene el colesterol alto y prácticamente la mitad ni siquiera lo sabe. «El mayor problema es que cuando reaccionan ya es tarde. La hipercolesterolemia mata mucho y además es asintomática, por lo que es fundamental ser conscientes de su existencia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras inferiores a 200», insiste el cardiólogo Carlos Macaya.

Glucosa en sangre

La diabetes es otro factor de riesgo que se debe tener en cuenta porque causa alteraciones en el organismo que también afectan a la circulación. «Unos niveles altos de azúcar en sangre pueden endurecer progresivamente las paredes de los vasos sanguíneos. El factor genético es importante, sobre todo en la diabetes tipo 2, la más frecuente, pero también influye mucho el sobrepeso o llevar una alimentación inadecuada», alertan en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Tabaco

Los datos que manejan los cardiólogos son demoledores: fumar triplica las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca.

Actividad física

El sedentarismo es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes entre la población occidental, «al mismo nivel que el tabaco o la hipercolesterolemia», alertan los expertos. Según los datos del último Eurobarómetro, el 47% de los españoles no realiza ningún deporte o ejercicio físico, dos puntos por encima de la media europea. «Estas cifras deben mejorar, por lo que animamos a todo el mundo a moverse. Caminar, correr, montar en bici, bailar... Lo importante es mantenerse activo porque nos ayudará a crear el hábito de practicar ejercicio», aconseja el doctor Andrés Íñiguez, presidente de la FEC.

Salud emocional

El estrés y las emociones negativas también afectan a la salud del corazón. «De hecho, tener una actitud positiva reduce el riesgo de infarto. La razón de ese papel protector del optimismo puede explicarse a través de tres mecanismos: influye en la promoción de hábitos de vida saludables; facilita el mantenimiento y desarrollo de otros factores sociales que han demostrado ser cardio-protectores, como el apoyo familiar y social; y también afecta de manera positiva a determinados procesos biológicos como el funcionamiento del sistema inmune», enumeran en la Sociedad Española de Cardiología.

Peso

«Estar por encima del peso que nos corresponde favorece la aparición de otros factores de riesgo (diabetes, hipertensión, niveles elevados de colesterol...), por lo que combatir la obesidad es clave para reducir el riesgo cardiovascular», coinciden los expertos. Tradicionalmente, la obesidad se ha definido a través del Índice de Masa Corporal (IMC), que relaciona el peso con la altura. Sin embargo, aunque sirve de orientación, se considera que el IMC no refleja el grado de grasa corporal total. Por eso se puede usar también otra medida, el índice cintura/cadera (ICC), que se calcula dividiendo el perímetro de la cintura de una persona por el perímetro de su cadera. El resultado debe ser inferior a 0,86 en el caso de las mujeres y a 1 en los hombres.