Tengo la suerte de tener el cabello completamente liso. Como yo digo, liso y laso. Eso decían mis amigas y eso me dice mi hija, que lo tiene de otra textura. Yo no lo veo así, pero tampoco tiene remedio. Es la naturaleza quien así lo ha decidido. No me salen canas, de momento, (tampoco tengo presbicia) y voy a la peluquería 4 VECES al año. Ni una más. Me aburre muchísimo. Si voy a algún evento y pido que me lo ondulen, cosa que me gusta mucho aunque hay quien me ve demasiado arreglada, el trabajo de la peluquera dura 3 o 4 horas, no más. Es una causa perdida porque mi cabello es rebelde. Con causa, supongo, y hace lo que de la gana que estar y ser liso.
Por eso no tengo maña para el pelo, ni me hago peinados. Salgo de la piscina (voy 3 veces por semana) y me lo dejo húmedo. No uso secadores para no quemarlo, y dejo que la naturaleza haga su trabajo. Incluso en invierno. No pillo catarros por hacerlo porque estoy acostumbrada, de la misma manera que los finlandeses salen de la sauna y se meten en un agujero de un lago helado y no les pasa nada. Así lo vi cuando estuve en Finlandia de estancia docente. Y yo también lo hice.
Le insisto a mi hija en que no abuse del secador para cuidar su hermosa cabellera (tiene cabello para dos cabezas) y me suelta lo siguiente.
Me responde en mi propio lenguaje y me dice: "Mami, lo que estás haciendo no es tan bueno como tú creías".
Me dejó seca. Resulta que me lo tengo que secar un poquito...
¡¡Esta es mi niña!! Cuando los hijos superan a los padres, con 12 añitos, y además usan tu propio lenguaje, el científico, es que una está haciendo buen trabajo. Publicado en "Annals of Dermatology".
De todas formas, me lo pensaré, porque son muchos años siendo cómoda con mi pelo. No le hago nada de nada y no tengo queja alguna. Tal vez sea yo una anomalía de la muestra.
Evidencia científica
https://termix.net/blog/es/sec
