sábado, 12 de junio de 2021

La humildad de Bela

 Un campeón, super campeón en lo suyo. El pádel, que a mi hija le gusta un montón. Que no tiene ningún trofeo en casa. Los regala. ¿La razón?

Que no quiere que su casa sea un museo o una exhibición de sus premios. Y que su mujer tiene también su trabajo, y el suyo no es más importante por ganar trofeos. 

Pero vamos a ver. Yo a él, lo entiendo. Humildad a tope y no querer hacer de menos a su mujer. 

A la que no entiendo es a ella. Me darían ganas de crucificarlo por regalar sus trofeos. Por no poder ver cada día esos trofeos en casa que me recuerden que estoy con un gran hombre. 

No me entra en la cabeza.

Supongo que porque siempre me he sentido atraída por hombres más grandes que yo, no solo en lo físico, y mayores que yo. No me sentiría opacada por eso y sí, muy cabreada, por no poder ver esos trofeos, o esos premios, o lo que sea. 

Si se ama a alguien, eso te enorgullece.