miércoles, 21 de noviembre de 2018

Y todo por una cátedra

La amó Fernando de Rojas. La abandonó por no soportar la intensidad de su amor.  El hijo que tuvo suyo, ella lo  entregó, y una mente privilegiada como la suya vivió sin amor, sin hijo, entregando su vida a una cátedra. La primera catedrática de la historia de España. Enfermó, no se sabe muy bien la razón, y murió antes que su madre, que la había abandonado a ella y a sus hermanos por irse a la Corte. Como ella no dejó escrito nada, otras voces hablan por ella en este texto. 

La cátedra sí, pero sin marido que la quiera, sin hijos a los que querer y transmitir su inteligencia y con el dolor de un escritor que la abandona y al que entregó toda su pasión. ¡¡Crápula escritor!! Cobarde que huye de tanta pasión, de tanto deseo, de tanta intensidad, según relata la autora.

¿Te mereció la pena la cátedra, querida Luisa? ¿Y tu breve vida?

Ella, experta en gramática, curiosamente no dejó nada escrito.

En mi caso no se podrá decir nunca eso. Ya lo tenía claro cuando decidí empezar a escribir mis cosas por aquí, pero después de leer la historia de la bella profesora Medrano, más claro lo tengo todavía. Nadie podrá decir que no dejo escrito lo que siento o lo que pienso. 

Supongo que resulta exótico que una profesora de Finanzas escriba cosas que no son de Finanzas, pero me he pasado la vida sin encajar en ninguna parte, así que no es nada nuevo para mí. Un déjà vu. En el Conservatorio, porque me gustaban las matemáticas; aquí, porque me interesa la música y la literatura y no sólo leo el EXPANSIÓN y el Journal of Finance. No pasa nada, o sí, pero soy adulta y asumo las consecuencias de mis actos. 

Esta página es muy, muy dolorosa. 

NADA NADA JUSTIFICA LA SEPARACIÓN DE LOS HIJOS. Es mi opinión. Eso se paga, más tarde o más temprano.  



Fernando de Rojas, el que se pone de perfil bajo en la despedida, en relación a ella, la ilustre doctora y se define como bachiller en leyes, y autor posterior de la "Tragicomedia de Calixto y Melibea", le muestra su admiración pero la abandona. Olé por Fernandito. Eso sí, entre ellos hubo algo más que palabras porque ella dio a luz un hijo al que llamó Fernando y luego entregó a otra mujer para que lo criara, para que fuera suyo, de esa otra mujer y ella se pudiera dedicar a su cátedra. Por un tiempo. Murió joven, muy enferma y muy sola. 
Ay Fernando, qué jeta tenías. Así que amistad, sólo amistad.... Pues muy productiva, con bebé y todo. La autora del libro, lo explica así. Huyó Fernandito. Demasiado intensa y demasiada pasión la de esta bella mujer de grandísima mente. 
Luisa Medrano fue además una mujer que sufrió muchos ataques, por todas partes. Las mujeres inteligentes y ambiciosas siempre son atacadas. Leí la biografía de Marie Curie y es tremendo lo que tuvo que aguantar. 
Para mi gusto, es una lectura absolutamente recomendable. No tanto por el valor literario, que lo tiene, sino el documental, de recuperar la historia de alguien que ha quedado opacada injustamente.
Es un libro denso y no apto para que los que solo tragan con policiales ligeritos. Que los habrá de todo tipo, digo yo. Habré leído cinco o seis en toda mi vida, así que no puedo hablar gran cosa de ello. La lectura se complica un poquito porque hay cuatro voces que narran a lo largo del texto y tiene una que ajustar la cabeza, pero se sigue...Me gustó. Mucho.