miércoles, 28 de noviembre de 2018

Tarde musical

Me espera esta tarde, a partir de las siete, una estupenda velada musical en el salón de actos del Conservatorio Profesional de Música y Danza de Gijón. Mi hijo interpretará un par de obras, una de ellas de Edward Grieg, muy complicada y virtuosística. 
Me alegro de haber transmitido a mis hijos el amor por la buena música y el conocimiento de la misma. 
Recuerdo que mis hermanos, todos varones, iban alguna vez, en los veranos en Luanco, a jugar a una sala de juegos. A mí me ponía nerviosa el Tetris y la música de las máquinas tragaperras. Me gustan los juegos que me relajen, pero ellos tenían una velocidad de dedos impresionante para esas maquinitas. Yo la tenía para el piano. Mi hijo también la tiene para el piano y la guitarra, además del criterio para discernir la MÚSICA, con mayúsculas, de la musiquilla de las tragaperras actuales, que son las plays stations y demás.
Por supuesto que también tiene agilidad en eso -es un niño de hoy-  pero los padres, mientras educamos a nuestros hijos, también podemos discernir a qué pueden dedicar su valioso tiempo. Y dónde ganan sus premios, si hay suerte. Si jugando a la Play tragaperras actual, muy moderna ella, o "jugando" con las teclas de un "pianoforte". De hecho en inglés y francés, se usa el verbo "jugar" y no como nosotros, tocar....