jueves, 15 de febrero de 2018

Estamos en Cuaresma



La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza (o sea ayer) y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por ser mejores.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; de tiempo de preparación al misterio pascual.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
Llegarán las tentaciones en Cuaresma, llegarán…pero toca ignorarlas y superarlas, hasta que llegue la Pascua de Resurrección, cuando cada uno resucita a la vida y al amor, donde cada cual lo encuentre, sintiéndose vivo y resucitado. 
La Pascua tiene mucha relación con el calendario agrícola y el tiempo de renovación de la tierra. Para calcular su celebración se toman en cuenta el sol y la luna (sol de primavera y luna llena). En ese sentido, se debe buscar el primer domingo posterior a la primera luna llena de primavera septentrional (Hemisferio Norte). Una vez encontrada la Pascua, se cuentan cuarenta días antes para fijar el primer día de la Cuaresma, es decir, el correspondiente al llamado "miércoles de ceniza" (los domingos, no se tienen en cuenta para hacer este cálculo), es por ello que cada año es distinto.
Ayer, San Valentín, tocó en Miércoles de Ceniza...