Tan maravillosa como triste. Y como siempre, la traducción del título en español caprichosa y arbitraria. En versión original, lleva el título de uno de los cuentos más bellos escritos por Oscar Wilde, y yo diría que uno de los cuentos más bellos que jamás se han escrito. Y en la traducción del título al español se usa una deformación de una de sus obras de teatro más conocidas. "La importancia de llamarse Ernesto". También genial, como él mismo lo fue.